Nightmares - Shaun vs Shun x Hyoga

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(¿Tenía que ser esté mi final? ¿Enserio debo ceder a la resignación?)

Pensaba Shaun mientras yacía de rodillas en el suelo, llorando amargamente al saber su cruel destino y como es que nadie de los presentes tenía un poco de piedad hacía ella, especialmente odiaba ver como ese nuevo caballero de Andrómeda sonreía a su cisne, ese hombre que seguía amando con todas sus fuerzas, no podía evitarlo.

(Sabes Hyoga, realmente duele... duele ver como es que a él le entregas en poco tiempo lo que yo me he esforzado durante mucho tiempo en conseguir, una dulce y sincera sonrisa...)

Pensaba la mujer al ver tan desgarradora escena, el hombre que seguía amando con locura y al hombre que despreciaba con todas sus fuerzas, juntos, felices e intercambiando miradas llenas de amor y ternura, todo lo que ella siempre quiso, todo lo que soñó con obtener y realmente logró obtenerlo, pero ahora no es para ella esa tierna sonrisa, así como tampoco esa mirada llena de amor.

— no... ¡Esté no será mi final! ¡Shun, Hyoga, ustedes vendrán conmigo al infierno!

Exclamó Shaun poniéndose de pie y elevando el poco cosmos que le quedaba para lanzar un ataque, estaba dispuesta a dar su vida con tal de arrebatar sus vidas, pero justamente cuando estaba a punto de lanzar un ataque...

— ¿Shaun?

Una voz femenina la detuvo, la mencionada al voltear vió ante sus ojos a una chica, June, ella vestía su impecable armadura, no había ni un sólo rastro de sangre en su cuerpo, como si no hubiera pasado nada.

— ¿June? ¿P...pero cómo?

Shaun tartamudeo un poco al no poder creer lo que sus ojos veían, ella no podía contener las lágrimas y corrió hasta la rubia para estrecharla en sus brazos, deseando que no sea un sueño y realmente estuviera con vida.

— Shaun...

Pronunció su nombre con gran alegría correspondiendo ese abrazo con algo de fuerza.

— June, lo lamento, lamento tanto lo que te hice, no sabes cuánto me arrepiento; no debí tratarte así, todo fue mi culpa, enserio lo lamento mucho...

Varias veces besó la mejilla de la rubia como muestra de cariño, June estaba viva y ahora tenía la oportunidad de enmendar las cosas, finalmente un pequeño rayo de esperanza.

— S... Shaun... ¿P... porqué...?

La voz de la rubia de pronto había pasado de ser suave y tranquila a ser pesada y entrecortada, ese abrazo comenzaba a ser demasiado incómodo y asfixiante y Shaun comenzó a sentir un líquido caliente manchar su vientre, al alzar un poco las manos notó que se trataba de sangre, el cuerpo de June se hacía cada vez más pesado, como si estuviera ejerciendo todas sus fuerzas para hacerla caer a propósito con su cuerpo.

— June ¿¡Qué te ocurre!?

Trató de retroceder pero desgraciadamente tropezó con una roca, lo que provocó que cayera de espaldas con el cuerpo de la rubia sobre el suyo.

— ¿Porqué me mataste? ¿Porqué me mataste?

Ella repetía una y otra vez la misma pregunta, las manos de la rubia comenzaban a volverse garras que se clavaban en su piel lentamente, Shaun emitió un grito de dolor al sentir esas uñas rasgar su carne.

— jeje...

Detrás de June apareció la misma niña de la ilusión de Ikki, pero está vez no era una niña, ahora era una chica, exactamente la edad que tenía actualmente.

— ¡Alejense de mí!

Gritó Shaun tratando de liberarse de las horribles visiones que estaba sufriendo.
Sin embargo, los demás presentes solamente veían a Shaun gritar y agitar sus manos al aire como si tratara de pelear contra una fuerza invisible.

— eso le enseñará...

Dijo Ikki al verla atrapada en su ilusión.

— hermano, eso fue muy cruel

Protestó Shun al ver el sufrimiento de la chica, no podía soportar ver a esa chica sufriendo de esa manera.

— Shun, por favor, ella no es nuestra aliada y tampoco nuestra amiga, es un enemigo, no le tengas piedad, ella no la tendría contigo

Le responde mientras caminaba hacia la salida del inframundo, Athena hizo lo mismo y posteriormente los demás la siguieron, excepto Hades, quién se quedó para esperar el fatal desenlace, a Shaun ya solamente le quedaban unas horas de vida.

Fuera del inframundo

El alma de Hyoga había regresado a su cuerpo, Shun era oficialmente el nuevo caballero de Andrómeda y todo podía ahora volver a la normalidad, tal y como debió ser desde un principio, la pesadilla había terminado. Shiryu, Seiya e Ikki fueron llevados al hospital para atender las pequeñas heridas y fracturas que Shaun les ocasionó, afortunadamente no había sido nada grave y fueron libres de irse rápido.

Hyoga y Shun decidieron quedarse en el santuario, Shaka le había propuesto entrenarlo para poder manejar mejor su armadura, y cuando estuviera listo también podría empezar su entrenamiento como aspirante a caballero de Virgo.
El entrenamiento no era nada sencillo y Shun varias veces terminaba cubierto de heridas y exhausto, Hyoga le propuso ir a la playa para relajarse a lo cual accedió el menor.

Era una noche a la luz de la luna en la playa, Shun caminaba de la mano del caballero del cisne.

— sabes Hyoga, aunque estoy realmente triste por la pérdida de June y estoy preocupado por esa chica, no me arrepiento de nada, te tengo a ti y es todo lo que me importa

Dijo el menor con un leve rubor en sus mejillas.

— Shun, créeme que entre esa plana horrenda jamás hubo nada, fui amable con ella porque fue mi compañera, pero jamás pensé que estaba así de loca

Discretamente el mayor pasó su mano por la cintura del menor mientras caminaban, Shun se sonrojó intensamente al sentir su mano en su cintura pero no se apartó, se apegó más al cuerpo del ruso mientras sonreía de manera tierna.

— nada de eso importa, todo fue una pesadilla, la más terrible de las pesadillas, pero ahora todo está donde debe y estamos juntos

Shun se detuvo un momento, bajando la mirada hacia la arena, Hyoga lo notó y se detuvo también para ver qué pasaba.

— ¿sucede algo?

Le preguntó con algo de preocupación, Shun alzó la mirada con algo de nervios.

— aunque estamos juntos, creo que no nos hemos besado realmente... Yo... ¿P...puedo besarte?

El menor estaba nervioso, este sería su primer beso, Hyoga sonrió y tomó al menor por los hombros y acercó su rostro al de su amado, Shun cerró los ojos al sentir los tibios labios de Hyoga sobre los suyos.

— te amo...

Dijo el menor al separarse de los labios contrarios.

— yo también te amo, conejito...