Suenan las campanas de un nuevo día
y de un brinco salgo de las sábanas,
piso descalza el piso y tirito de frío.
De prisa me calzo, más de prisa me abrigo,
me lavo, me enjuago y me plancho
y me apronto a lo loco un mate que me caliente las tripas,
que por apurada y atolondrada me lo vuelco encima.
Pasó la mañana y llegó el mediodía,
de la sala al comedor voy dando zancadas
y mientras, nerviosa me como una ensalada;
es que la hora se acerca, de mi hijo ya ir a la escuela.
¡Como pasa volando el tiempo!, protesto y rezongo,
mientras mi perro casi me come la mano
por apresurado y hambriento mientras lo alimento.
De pronto, suena la alarma de las tres
y me doy cuenta que de tomar mis pichicatas me olvidé,
me las tomo con un sorbo de agua en un saque;
mira que como olvidarme y acordarme tan tarde,
en verdad que soy un tremendo desastre.
Sin que me entere las horas se me han ido corriendo,
el día se acaba... Me siento cansada, bastante agotada
y ya hasta las orejas, tapada en la cama
me rezo un Padre Nuestro y un Ave María
mientras a Dios le agradezco por este día de locos
porque es todo esto señal de que aún, sigo con vida.
MIL
POR LEER MIS DIVAGUES 😉
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Los nombres de la Poesía - Tomo 2-
Poetry🙝Qʋe ɱis ɱɑƞσs seɑƞ plʋɱɑ pɑɾɑ cɾeɑɾ pσesíɑ🙟 ◍Recopilación de mis poemarios: "Diva...