El placer de la soledad en mi poesía

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No sé por qué me quejo si está sola mi poesía

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No sé por qué me quejo si está sola mi poesía.

¿Y el placer de tirar versos que no sirven en el suelo

sin que nadie me juzgue?

¿Y el de untar estrofas en hojas que ya están más que escritas,

y limpiarla cuando me equivoco con el dorso de la mano?


Si mi acto de escribir es el cantar valiente de mis letras

bebiendo el blanco de los versos,

enunciando frases, diciendo ciertas palabras,

aunque mueran en el viento.

¿Por qué suspirar sobre la soledad de mi poesía?


¡Si me es suficiente, el traerla a la vida

y decirle con mis versos que es ella

quien mi alma mantiene viva!

No sé por qué gemir sobre la soledad de mi poesía.


Si solo ella es la música alegre

en mis tristes momentos de matar como moscas

mis oscuros instantes, esos ocultos

a los ojos del prójimo.


¿Acaso yo no pronuncio su nombre

hasta en mis noches más oscuras,

o cuando vienen las musas a hablarme al oído?

¿No me siento sin ella vacía,

cómo si fuera un reloj que anuncia solamente el lamento

de horas marchitas?


No, no estoy quejosa,

pues escribo como quiero... Solo que a veces

tengo una leve nostalgia

por la compañía en mi poesía.

por la compañía en mi poesía

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Los nombres de la Poesía - Tomo 2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora