Mi naturaleza es caprichosamente salvaje
y si la trato de domesticarla se me revela bestial
como un voraz animal. Tal vez es por ello
que no conoce de fronteras
y se agita sigilosa cuando se apasiona en vuelo.
Es feroz su tendencia
cuando recorre terreno
en busca de lo que se le antoja
sea una presa, y no me obedece jamás
por más que se lo ordeno. Esto se deba quizá,
porque no sabe ser otra cosa
que cacique en su propio desenfreno.
Su complexión se le vuelve bravía
cuando quiero darle gobierno,
tampoco entiende de ninguna manera, ni acata
ni uno de mis mandatos y si la enfrento
se me revela brutal al descubrir que la quiero dominar.
Entonces me doy por vencida con ella
y me resigno a aceptarla como es:
indomesticable y con su lado animal
mientras me pregunto conformista
¿para que poner tanto esmero en quererla cambiar,
si ni siquiera se deja adiestrar?...Tan solo y cuando me lo consiente
es que por un instante, la logro amansar.
MIL
GRACIAS POR LEER MIS DIVAGUES 😉
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Los nombres de la Poesía - Tomo 2-
Poesía🙝Qʋe ɱis ɱɑƞσs seɑƞ plʋɱɑ pɑɾɑ cɾeɑɾ pσesíɑ🙟 ◍Recopilación de mis poemarios: "Diva...