Sea vals el del pianista al amor del general y la corista

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Oro y espada, cinta roja y corseé,

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Oro y espada, cinta roja y corseé,

muerte y guerra, ritmo y danza sensual.

Amor en agua y sal que apenas vive,

acorde y batalla: un vals sin ballet.

Amantes con inicio sin final,

rosa roja que en arena malvive

con pasión sin declive.

En el día martirio

y de noche, delirio.

Despropósito de un amor que sufre

arriesgado a perecer en azufre

el del gran general y la corista,

adoración y azufre.

¡Sea vals (a ellos tibio) el del pianista!


La tierra pare maderas en cruces

y el teatro da a luz una ovación.

¡Ay no! una y otra vez lo claro y lo oscuro

intentando al amor tirar de bruces.

Más el amor no entiende de razón

y espanta lo que para él no es seguro

procurando un futuro

para poder vivir,

para ser y existir.

Fuego de salvas que hiere al amor

bajo el peso de un yugo aterrador.

Penado a las fauces del animal

resiste al cazador.

Guerrea para vencer al final.


Fulgor de amor en fauces de la guerra

el del gran general y la corista

que muerte entierra y al amor desentierra

¡Sea vals (a ellos tibio) el del pianista!

¡Sea vals (a ellos tibio) el del pianista!

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Los nombres de la Poesía - Tomo 2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora