El sol se pierde en el horizonte... y asoma la negra noche

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El sol se funde en el horizonte rojo

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El sol se funde en el horizonte rojo

y en el cielo casi nocturno, crecen las sombras grises

de lamentosos humanos despojos.

El aire se estremece en la noche serena,

la luna redonda como una moneda de plata

recorre el cielo nocturno despejando las tinieblas

y se inunda todo, en una niebla encantada.

El silencio profundo es interrumpido

por ecos de aterradoras pisadas,

mientras sombras tétricas asaltan los caminos

y emergen del miedo los demonios feroces.


Es noche en el cementerio silencioso

y danzan encorvados los fantasmas, se mueven en círculos

y resplandecen fulgorosos, recorriendo el campo santo

e invitando a otros difuntos.

Es noche. Es hora de que todo lo que dormía, despierte;

es la noche de los espíritus

que danzan bajo la inaudible música, de una invisible orquesta.


Ya avanzan por la espesura, abriéndose camino entre nosotros

las macabras criaturas.

Bailando asaltan las calles con sus lánguidos rostros pálidos

y voz temblorosa;

añorando sus pasados buscan en los vivos,

que mansos habitan, en esta noche aterradora

sus miradas.

El pavor invade las ciudades y el castañeo del miedo

repercute en el aire de la noche profunda y plena.

Donde danzan los fantasmas,

se asoma el aroma siniestro del otro mundo

y bajo el misterio de la luna llena,

Los nombres de la Poesía - Tomo 2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora