Como me duele mi alma.
¡Ay! como se me desconsuela tanto
y se me apena el alma
por tanto desencanto,
que ya por ser tantos ellos, no aguanto.
No aguanta ya de abuso,
no aguanta ya apatías por lo honesto
que ha quedado en desuso
guiando lo deshonesto
al aire que respiro y en él expuesto.
El desprecio y desdén
muy lento con ella están acabando.
Y el prejuicio también,
suave la está matando.
¡Dios expíame de esto! Ora exclamando.
No quiero que alcancen mi alma nunca
tales malas actitudes juntas.
He visto lo que con ello acontece
y por botón, ya, me basta la muestra.
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Los nombres de la Poesía - Tomo 2-
Poesía🙝Qʋe ɱis ɱɑƞσs seɑƞ plʋɱɑ pɑɾɑ cɾeɑɾ pσesíɑ🙟 ◍Recopilación de mis poemarios: "Diva...