Una suposición se figuraba ayer mi alma; una predicción de esta loca alma mía. Pronosticaba su partida, el momento en que se marcharía, el preciso instante en que la Muerte, para buscarla se anunciaría y decidió que para recibirla de blanco vestiría, esperándola pura y no estando dormida.
Visualizó a La Parca, con un ramo en su mano de perfumadas rosas blancas, con dos alas de plata y la imagen que de ella veía, se le presenciaba como una Diosa Divina.
No la vaticinó sombría, ni tenebrosa, sino que radiantemente iluminada por un halo de argento y entonces supo esta alocada alma mía, que con este augurio de Señora tan santa con ella serena, se marcharía placentera y gustosa.
MIL
POR LEER MIS DIVAGUES 😉
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Los nombres de la Poesía - Tomo 2-
Poesía🙝Qʋe ɱis ɱɑƞσs seɑƞ plʋɱɑ pɑɾɑ cɾeɑɾ pσesíɑ🙟 ◍Recopilación de mis poemarios: "Diva...