Capitulo 18 - Un simple juego

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Me quede en silencio un momento, analizando su pregunta para luego mirarlo.

-No –Respondí sincera –En campamentos nunca he tenido algo con alguien y fuera es todo diferente.

-¿Si?

-Sí, pero en este momento no hay nadie ni aquí ni afuera.

Él se volteó mirándome de frente y yo hice lo miso, quizás no nos veíamos, pero sabíamos que estábamos cerca.

-¿Y tú?

-No –Respondió haciendo que me percatara de que estábamos muy cerca, quizás demasiado, pero no me sentí insegura y no me corrí hacia ningún lado.

-Te toca- Continuo Finn.

-Bueno a ver... ¿Qué no te gusta recordar? –Pregunte intentando encontrar sus ojos en la oscuridad.

Él se quedó en silencio unos segundos para luego responderme con complicación.

-Las peleas con mi padre, si, definitivamente odio recordar aquellos tiempos.

Suspira, ahora venían los secretos.

-No sé qué secreto decirte.

-Está bien, yo empiezo –Se ofreció.

-Está bien, dime un secreto.

-Pienso que tu mirada es tentadora –Dijo con un tono de voz grave y bajo.

Mi estómago se apretó, agradecí que todo estuviese oscuro.

-¿Por qué piensas eso?

-No sé, tu mirada tiene varias facetas. Cuando estas enojada es oscura, cuando lloras se pone de un color verde muy especial y cuando sonríes... En realidad –Hizo una pausa –Nunca me he fijado en tus ojos cuando sonríes, creo que tu sonrisa me distrae.

Sonreí en silencio aunque sabía que no me veía.

-¿Me toca?

-Sí.

-Me gustan los pequeños hoyuelos que se te forman al sonreír.

-¿En serio? Yo los odio –Contesto de inmediato.

-Yo odio mi sonrisa.

-¿Bromeas? Es la sonrisa más tierna que he visto.

-Claro que no.

-Derretirías a un chocolate –Bromeo.

-Idiota –Reí.

El rio junto a mí y luego nos quedamos en silencio.

Nos fuimos desviando del juego haciéndonos bromas y hablando estupideces hasta que continuamos.

-Te reto a algo –Dijo en un susurro.

-Depende –Le respondí en su mismo tono de voz.

-Digamos secreto, solo eso. Es una buena forma de conocernos –Dijo intentando convencerme.

-Está bien –Sonreí.

-Tú empiezas –Se adelantó.

Sabía que no me estaba mirando, pero aun así entrecerré mis ojos pensando.

-Le temo a la oscuridad –Susurre sin pensar. ¡¿Por qué demonios dijo algo tan estúpido?!

El rio despacio y se acomodó.

-Odio las mentiras –Confeso.

-Me encanta el invierno.

-Soy el tipo de chico que prefiere una sonrisa bonita.

Eres mio imbécil (Finn Wolfhard y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora