Capítulo XXIII

1.6M 117K 382K
                                    

XXIII - PASADO

Es nuestro último día en Sacramento y ya he oído decir a Kevin cinco veces que ha sido su concierto favorito.

De hecho, lo acaba de repetir en un ensayo, lo que no sé cómo ha acabado convirtiéndose en una pelea a tres bandos en la que solo se excluye Jared, que deja la guitarra a un lado y se va a arrasar con la comida del catering. Lo miro de reojo mientras Bruce y Cris intentan hacer que esos tres no se maten entre ellos. 

Suspiro y saco mi móvil, que ha empezado a sonar. Estoy a punto de responder sin mirar, pero menos mal que no lo hago. No es Lexi. Es un número desconocido. Me aparto un poco del foco de gritos y respondo.

—¿Sí?

—Hola, Brooke.

—¿Profesor Adams?

—Sí —casi puedo ver que está sonriendo—. ¿Cómo estás? Espero que estés teniendo unas buenas vacaciones.

Me quedo mirando un momento la pared. Estoy demasiado sorprendida de que me esté llamando. ¿Está eso bien? Es decir, ¿no es inapropiado o algo así?

—Eh... —vuelvo a la vida—. Sí, bueno... no está mal. ¿Puedo ayudarlo en algo?

—En realidad, sí.

Silencio. Lo escucho suspirando y frunzo el ceño, intrigada.

—¿Te acuerdas de la fotografía que presentaste como proyecto final?

Oh, no.

—Sí... —murmuro, en tensión.

—Bueno, enseñé algunas de las fotos que más me gustaron a la junta a cargo de la galería de arte de la que os hablé... y la tuya les ha llamado la atención.

Silencio.

Espera, ¿qué?

—De hecho, les ha encantado gran parte de tu trabajo —me dice alegremente—. ¿Estás cerca de la Universidad ahora mismo? Creo que deberíamos hablar de esto en persona.

—¿Eh? —vuelvo a tardar más de lo necesario en reaccionar—. No... yo... estoy en Sacramento.

—En Sacramento —repite, sorprendido—. Bueno, entonces no nos queda otra que hablarlo por aquí. Te mandaré todo por correo electrónico para que puedas leerlo con tranquilidad, pero la idea es que quieren usar tu proyecto y algunas otras fotos tuyas en la galería.

Entreabro los labios. Mi corazón late a toda velocidad. Esto no me está pasando a mí, ¿verdad? Nunca me pasan estas cosas.

—¿En serio? ¿Las mías?

—No suenes tan sorprendida, Brooke. Ya te dije que hacías bien tu trabajo.

—Pero...

—Mira, me encantaría seguir hablando esto contigo, pero tengo mil cosas por hacer y te lo he mandado todo por correo. Ten un buen verano en Sacramento. Estaré esperando tu respuesta.

Cuelga antes de que pueda reaccionar y me doy la vuelta. Jared sigue arrasando con la comida mientras los demás se insultan entre ellos. Estoy como flotando cuando me acerco a él. Me mira de reojo, pero se centra más cuando ve mi cara. Deja de comer al instante.

—¿Qué? —pregunta directamente, acercándose.

Veo que su ceño se frunce por la preocupación y me pregunto qué expresión de espanto debo tener ahora mismo.

—Una galería está interesada en mis fotos.

Él deja de parecer preocupado para levantar las cejas. ¿Por qué parece menos sorprendido que yo? Esboza una gran sonrisa y niega con la cabeza.

La última notaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora