Línea muerta (DiaDopp +18)

Mi dulce, lindo Doppio

Sintió su nariz sangrar, escuchó el sonido del espejo roto.

Doppio fue acorralado por el acechador. Golpeó varias veces su rostro con una vasija de decoración, hasta romperla en la cabeza del pecoso. Doppio le empujó bruscamente y consiguió librarse del hombre.

Dante Minestrone era un hombre alto y fuerte, cabello azabache recogido em una cola que le llegaba hasta los omóplatos y ojos castaños rasgados. Su piel era oscura, tal vez mulata, castigada por las múltiples cicatrices de guerra. Era ágil, frío, fuerte, pero sobretodo astuto. Había adquirido un don especial para saber cómo salir de cada sitio y cómo afrontarse a situaciones de las más peligrosas. Por ello, la Cosa Nostra lo enmarcó como uno de los Sottocapos más influyentes.

Dante estaba en total ventaja contra Vinegar Doppio, quien jadeaba del sobreesfuerzo. Doppio era más bajito, más débil, menos astuto. El moreno burló desanimado, no entendía por qué tenía que ser él quien hiciera ese trabajo tan tonto. Todo lo que había sucedido desde entonces era a favor suya y ya se estaba cansando de jugar.
Sin embargo, Doppio seguía luchando bajo la orden de su Don. "Vive" . No dejaría marchar tan fácilmente la oportunidad de proteger a su jefe, conocer a Diavolo. Estaba malherido, tenia magulladuras por los brazos, cabeza y espalda, le sangraba la nariz y tenía cortes en los pies de pisar cristales rotos. Pero no era motivo ninguno para rendirse, es más, no había ningún motivo para rendirse. Derramará la última gota de sudor y sangre, llorará hasta secarse, que nunca se rendirá.

Doppio se abalanzó hacia Dante, y éste cayó con él. El pecoso tomó un marco de fotos y trató de golpearle con la esquina, pero el mulato le frenó la muñeca. Vaciló y le propició un cabezazo. Doppio se separó de él, no tenía opciones.

- ¿De verdad que eres Sottocapo? ¿Cuántas veces se la has jalado a tu jefe? - burló. Doppio estaba serio, no respondería a tal bobada. Si no hacía algo rápido, moriría.

Pensó, y solo vio una oportunidad.

Doppio se levantó y corrió hacia el desván, para sorpresa de Dante. El chico pudo escuchar un "¿Qué coño haces?" A la lejanía, y pronto unos pasos bruscos siguiéndole el rastro. Como le había dicho veinte minutos antes al Don, aún tenía un arma guardado en esa habitación. Llegó antes que Dante, mucho antes. "A lo mejor el hombre se ha perdido con tantas puertas" pensó. Fue una buena oportunidad para coger de una caja que guardaba con sumo cuidado la pistola vieja. La recargó y esperó a que el contrario le encontrara entre sala y sala. Su respiración era entrecortada y silenciosa, fruto del miedo que sentía en ese momento.

Dante finalmente llegó a la habitación donde Doppio se encontraba. Le observó y, nada más dar dos pasos, recibió un balazo en una rodilla. Gritó del dolor y cayó de rodillas ante la mirada de Doppio. Maldijo al pecoso y  se levantó pese al dolor.

- Jugando sucio, ya veo.

- En una pelea a muerte nadie juega sucio.- respondió Doppio. Dante corrió hacia el muchacho y le agarró con fuerza la mano que poseía la pistola. Consiguió desviar la puntería del cañón y salvarse la vida una vez más. Sin embargo, el sardo disparó. Ambos se miraron, sin hacer nada. El mulato rió, el chico parecía desesperado, pero pronto la lámpara cayó por el choque con la bala. La casa comenzó a arder.

Diavolo observó el incendio desde el coche. Su preocupación era mayor de la que esperaba, sentía una punzada de ansiedad en su pecho que le prohibía respirar en condiciones. No pensaba claro, ¿Y si Doppio rompía otra orden, muriendo en su hogar?
El jefe de Passione observaba impaciente, a la espera de que el pecoso regresara.

El alba surgió y Doppio aún no salía. A Diavolo le dolía la mandíbula de apretar por el estrés, apoyando su cabeza en el volante. No le estaba gustando las conclusiones que su mente le hacía tomar: Doppio está muerto, no vas a cambiarlo porque te quedes. Y así hizo, arrancó el coche, pero no se movió, no quería aceptar que aquel hombre había fallecido por demostrar lealtad. Si antes tenía dudas ya estaban aclaradas, Doppio sería su mano derecha. Pero Doppio está muerto.