Los rayos de Sol arroparon la piel desnuda de Doppio, hasta llegar a su rostro sonrojado. El día era claro, sin nubes, decorado con la melodía de golondrinas y aves silvestres. Doppio abrió los ojos lentamente, aún entumecido y con la vista borrosa. Le costó acostumbrarse a la luz natural, a pesar de que era tenue a esas horas de la mañana.
- Hum.... - Doppio se estiró, pensando en haber invocado mil demonios por cómo se retorcía en la cama. Bostezó suavemente al mismo tiempo que su diestra tapaba su boca con una ligera pesadez. Frotó sus ojos y por fin pudo ver claro: era un día precioso, y él estaba echo un desastre.
Escuchó el sonido característico de la cafetera hirviendo. Diavolo preparaba el desayuno mientras él dormía sobre la cama. ¡Qué hombre! Pensó, sonriendo tontamente, recordando cada segundo de la noche pasada.
Y es que la noche pasada no la olvidaría jamás. Cada beso, cada caricia que el Don arrastraba por su cuerpo, cada suspiro y cada "te quiero", eso eran tatuajes para el alma del pecoso, quien pasaba sus dedos por sus piernas en un intento fallido de imitar las suaves y grandes manos de su superior. Dejó su cuerpo caer nuevamente sobre el colchón y advirtió que las sábanas aún olían al perfume de su amante.
Decidió levantarse definitivamente y acabar con la tentación de dormir otra vez. Cogió sus prendas, las cuales encontró tiradas por el suelo de forma aleatoria, y se vistió. Al verse en el espejo, su mirada se dirigía a su cuello, lleno de moratones y marcas. Su corazón saltó, maldijo para sí, para que Diavolo no pudiera escucharle. ¿Y ahora qué hacía? Ponerse una bufanda llamaría la atención de cualquiera con un día tan soleado como el de hoy. Por un momento pensó, y llegó a la conclusión de que Diavolo dejó ahí esos moratones a posta, para que todos pudieran verlo y supieran qué pasó entre ellos. Pero no, con lo obsesivo que era el Don con su imagen, no lo habría echo por eso.Fue a la cocina, y encontró a su superior terminando de recoger los platos fregados por él mismo. La cocina estaba impecable después de haber cocinado. Doppio se resignó, era muy distinto a lo que hubiera pasado si él cocinara, lo hubiera dejado todo inundado.
De cintura para arriba Diavolo estaba desnudo. Eran muy visibles los arañones en su torso marcado y espalda ancha. El corazón del sardo dio un vuelco y se preguntó sobre la reacción del mayor al darse cuenta de aquellas heridas.- Buongiorno, Doppio. - concentrado en lo que hacía, rompió el silencio. Echó con elegancia natural el café en cada taza. - ¿Te gusta el café americano?
Ambas tazas fueron colocadas sobre la mesa, acompañadas de dos croissant rellenos de jamón de York y queso fundido. Doppio sonrió agradecido por el detalle, aunque Diavolo ni se percató. Ni un "que aproveche" ni un "prueba esto" salió por la boca del Don, ni siquiera ordenó a Doppio a comer antes que él.
En silencio.
El sardo sintió la incomodidad sobre su piel, pero sobretodo en su estómago. Diavolo no era un hombre de palabras, pero tampoco quería perder la ocasión de hablar con su subordinado, aunque siempre fuera del trabajo. Solo fueron las ocasiones en las que había silencio cuando se enfadaban o en sus principios.
- Hoy cogemos el vuelo para Roma, ¿No?- trató de romper el silencio. Diavolo asintió, partiendo un cacho del croissant y llevárselo a la boca. No tenía ganas de hablar y menos con él, supuso. - ¿Y cuándo er-
- Mañana.
- Oh...
El resto del desayuno ninguno volvió a tomar la iniciativa para hablar. Doppio recogió la mesa mientras el Don ordenaba cauteloso sus documentos y portátil en la maleta de mano. Entonces fue al baño, se lavó los dientes y decidió tomarse una ducha fría. El sardo esperó, podía estar un ratito sin tener los dientes limpios.
Un sonido proveniente de su móvil acaparó toda la atención del sardo. Lo desbloqueó, era una llamada perdida de Squalo. Ante ello, Doppio suspiró, no tenía ganas de hablar con nadie, pero no dejaría a sus amigos a un lado.
ESTÁS LEYENDO
Línea muerta (DiaDopp +18)
Fanfiction(AU) Doppio dejó toda su vida atrás para servir al jefe. Nuevo en L'Unità Speciale, es encargado de una misión de gran importancia. Notas: En este fanfic, Diavolo y Doppio poseen cuerpos distintos.