9 - Mimo

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- ¿Qu-ué haces aquí?

Sintió como su frente se refrescaba con el tacto de la toalla mojada, habían pasado seis minutos desde que Nolan abrió la puerta, en esos seis minutos Henry se había vuelto a dormir profundamente, las gotas de sudor y el dolor en la espalda no fue un impedimento.

- Me manda tu guardián.

Henry se acomodo de costado mirando a Nolan sentado en el taburete que había traído del baño, Momo aprovechando la puerta de la habitación abierta se colocó en sus piernas intentado conciliar el sueño.

- ¿Cómo ha ido?

- ¿Vamos a hablar de trabajo mientras estas en celo?

Henry sonreía mientras se frotaba el hombro.

- No me mudé a San Francisco por placer.

- ... Bien, ha ido todo bien. - La mirada perspicaz de Henry, le recordó las palabras de Jean, que al parecer no iban en broma. - No, no ha explotado nada.

- Genial... Genial...

Se estaba durmiendo, más tranquilo de lo que se esperaba. Por eso Nolan aprovechó en mirar la nevera, no había mucho para comer o cenar, quizás solo cosas para el desayuno, Henry pasaba demasiado tiempo en la cafetería, hasta el punto de comer y cenar allí.

"Tiene la nevera vacía."

El mensaje de Jean apareció en su pantalla nada más cerrar la nevera, un escalofrío trazó su espalda. ¿Acaso habían cámaras en la cocina?

"Sí, saldré a comprar algo, está dormido."

"No hace falta, en un rato llegará comida china."

"Eso no es nada nutritivo."

"Lo sé, pero el humor de Henry con hambre es como el de un niño, no lo quieres ver protestar..."

"Lo mimas demasiado."

"No tengo omega al que mimar."

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Tocó la puerta después de una hora, hacia más de media hora que había llegado la comida, pero, el celo hizo de las suyas así que prefirió quedarse quieto en el salón mientras leía algunos libros de la estantería.

La ventana seguía abierta,supuso que esta vez la había abierto Henry.

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- ¿Todo bien? - Nolan lo miró con los ojos abiertos y los fideos colgados de sus labios cuando le escuchó hablar. - Te noto muy callado.

El aura de Henry estaba más animada, se había cambiado la ropa y con ayuda de Nolan - y muy a su pesar y vergüenza - cambiaron las sábanas.

- Sí, solo pienso en lo cómodo que es vivir solo siendo un omega soltero. - Henry se rascó la nuca incómodo. - No me malinterpretes, vivo con dos personas, tener intimidad es complicado en esa casa.

- ¿Y tus...?

Las mejillas de Nolan no estaban rojas por el maquillaje, sabía que ese tema iba a salir tarde o temprano, prefirió contar lo justo.

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Las luces estaban apagadas, dejó las zapatillas en sus sitio y acostado en el sofá encendió la televisión.

Pero el olor a hierba fresca no le permitió mirar que canal estaba puesto.

Cuando sus ojos se movieron fue cuando la silueta del alfa se paso por delante suyo, tapando por un segundo la luz del aparato, y las grandes manos del alfa alzaron sus piernas para colocarlas en su regazo.

Domestícame (Omegaverse) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora