Domestícame (Omegaverse) [Editando]

6 - Herida

Llegaron en menos de diez minutos, Nolan estaba mucho más tranquilo de lo que Jean se imaginaba, se acercó a la recepción, y treinta segundos después estaban sentados a la espera del médico, con gasas en la mano.

El médico era el mismo que le había atendido a Henry la otra vez, le hizo acostarse al verlo tan pálido, desinfectó la mano retirando algunas costras, el alfa no sintió nada y tampoco oía nada, había escuchado el murmullo de las voces de Nolan y el médico, hasta que se durmió.

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Se despertó con la poca luz que había en el ambiente, seguía sin entender donde estaba, su cerebro analizó el olor de vainilla y orquídea en el ambiente, pero su cuerpo todavía no se quería mover.

Hasta que sus hombros le permitieron ondearse en la pequeña cama.

Tenía calor.

Se había olvidado de la mano, hasta que movió los dedos y sentía el vendaje en la piel.

- Por fin te has despertado. - Su rostro se giró hacia la voz. - Buenas noches.

El rostro de Nolan estaba apoyado sobre su mano, tenía las piernas cruzadas y los hombros caídos, la chaqueta vaquera estaba sin abrochar.

- ¿Qué?

Consiguió hablar con la boca un poco pastosa.

El omega se había dado cuenta por el gesto en la boca, así que se levantó del asiento y le tendió un vaso de agua.

- Has dormido por cuatro horas, te desmayaste en la consulta, te bajó la tensión y la herida no era de ayuda con la sangre brotando. - El alfa se mantenía en silencio, tenía sueño. - Me avisaron que te iban a dar el alta después de que despertases.

- Gracias.

- Henry apareció después de cerrar el local. - Le dio a uno de los botones de la cama para acomodar el respaldo. - Dijo que lo pusiste todo perdido de ketchup. - Rió con los ojos entrecerrados, tenía sueño, pero intentaba que no se notase. - Me ha dicho que te tomes la semana que viene libre.

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Jean se volvió a dormir en el camino, la ventana estaba entreabierta, sintiendo como la suave brisa le refrescaba la frente, no tenía frío, la música de kenshi estaba de fondo.

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- Ya esta en casa, los analgésicos que inyectaron le van a durar toda la noche.

Dejando las llaves en el recibidor de madera, saludo con un gesto de cabeza a su compañera de piso, Lauren.

- ¿Le han puesto puntos?

- Un par, - Se quitó los zapatos dejándolos dentro de armario, al lado del recibidor. - Pero el médico ha dicho que no es nada grabe, que lo vigilemos cuando esté curado, es un alfa, y si le molesta no lo va a decir.

Con el móvil en la mano recogió un par se sudaderas que estaban molestando detrás de la puerta de su habitación, la falda que se iba a poner esta mañana no hacía juego con su camiseta, así que quedó colgada en el pie de cama.

- ¿Así que se desmayo? ¿Tuviste que recogerlo del suelo?

- No. - Reía con fuerza. - Estaba un poco flojo de tensión, lo imaginaba cuando estaba poniéndose pálido al llegar al hospital. - Puso el móvil en manos libres, había recogido más ropa y tenía que doblarla para meterla dentro del armario. - Cuando llegamos a su casa parecía un zombie, ni siquiera se cambió para ir a dormir.