Buenas noches. Ésta es una noche muy triste, tan triste que la lluvia golpea con melancolía los cristales de la ventana de mi habitación. Y una luna llena, radiante, ilumina con sutileza el cuaderno manchado de tinta que sostengo entre mis manos. Estoy recostada en mi cama, escribiendo una historia, la historia de una niña muy muy pequeña, demasiado pequeña para tener 17 años...
Un gruñido leve, dulce, se resbala desde el hueco de debajo de mi cama.
- ¿Qué escribes, niña?
Suspiro, a la espera de sus garras.
-Escribo sobre ti, Gmork.
Un silencio frío se apodera de la habitación.
- ¿Puedo leerlo?
Sonrío a la oscuridad.
- ¿Desde cuándo el miedo pide permiso?
Me asusto. Temo haberlo enfadado. Cierro los ojos con fuerza y puedo oler el dulce hedor de mi sangre, que ya conozco tan bien, incluso antes de que ésta aparezca.
Sin embargo, no sucede nada. Y el silencio se cuela en mi interior, dejando un vacío insoportable. Entonces un escalofrío de pánico me recorre el cuerpo... no quiero estar sola en la noche.
Abro los ojos con miedo, con miedo de no hallar su presencia y me sorprendo al encontrar, de pie en medio de mi habitación, a un chico alto, de pelo oscuro y ojos amarillos.
Me observa y veo a través de sus ojos la sombra de Gmork.
El chico anda hacia mí, se sienta en mi cama y me arranca el cuaderno de las manos. Lee con detenimiento cada una de mis palabras escritas, saboreando mis relatos. Y yo no puedo dejar de mirar sus ojos amarillos.
Después de un rato me mira.
-El miedo nunca jamás ha tenido que pedir permiso- La voz de Gmork me habla desde los labios humanos de la ilusión.
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E𝓁 𝓂𝑜𝓃𝓈𝓉𝓇𝓊𝑜 𝒷𝒶𝒿𝑜 𝓂𝒾 𝒸𝒶𝓂𝒶
HorrorCreo que nunca dejamos de albergar monstruos bajo nuestras camas. Te invito a conocer el mío. Aileen. ❌TODA LA HISTORIA ES INVENTADA POR MI, PROHIBIDO SU USO O PLAGIO SIN PERMISO. ⚠ADVERTENCIAS: historia con trama psicológica dura. ⚠