Capítulo 21. Vigésimo primera noche

532 73 0
                                    


Imagina un mundo devastado. Un mundo sacudido por truenos, lluvia, violencia, caos.

Un mundo donde el océano sea siempre agresivo y rojo.

Y tú solo quieres morir. Sólo quieres que alguien te pegue con un bate en la cabeza. Tener cristales en las arterias. Desgarrarte las rodillas. Romperte las manos.

Esa he sido yo.

Y ahí. Justo en ese momento de mi vida: Naciste tú, Gmork.

Pero yo no lo sabía.

Y te hiciste fuerte. Cada día más fuerte. Y entonces ya no era yo la que sostenía el cuchillo en mi garganta, sino tú. Y te amé por ello.

Me diste alguien a quien culpar.

E𝓁 𝓂𝑜𝓃𝓈𝓉𝓇𝓊𝑜 𝒷𝒶𝒿𝑜 𝓂𝒾 𝒸𝒶𝓂𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora