Capítulo catorce. Décimo cuarta noche

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Metí la cabeza entera dentro de un cubo de agua. Quería ahogarme, porque ya no bastaba con ver la sangre correr por mis antebrazos.

Tengo la insoportable sensación de que todo va mal, el mundo entero va mal, yo voy mal, algo no está funcionando. Y creo que la mejor manera de arreglarlo todo es borrarlo y empezar de nuevo.

Un reseteo a la vida.

Porque yo de cara al público soy una chica normal, sonrío, me enamoro, río a carcajadas, me gusta bailar y relacionarme con otras muchas personas.

Pero lo que ve Gmork cada noche es una parte de mí que está infectada y oculta, en algún lugar de mi cerebro. Una infección que se hace cada vez más grande.

¿Y si me estoy volviendo loca?

"Es ver una parte del mundo y comenzar a sangrar"

Me escurro entre mi misma y paso tan rápido que ni siquiera yo alcanzo a verme.

Llevo la mayor parte de mi vida sintiendo impulsos suicidas. Lo confieso. Ya lo he dicho.

Pero eso sólo lo sabe Gmork y yo sé que jamás se lo contaría a nadie.

E𝓁 𝓂𝑜𝓃𝓈𝓉𝓇𝓊𝑜 𝒷𝒶𝒿𝑜 𝓂𝒾 𝒸𝒶𝓂𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora