A veces las peores coincidencias traen los mejores destinos.
También a personas⭐😘❤
Acompañame a Eltz un reino que luego de 200 años logró aceptar a los híbridos y darles voz y voto.
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Se me habían escapado unos 10 suspiros, habían pasado 6 horas en una intensa reunión y no decidían que iban a hacer con mi reino pero tampoco me dejaban hablar.
-Sugerimos demoler y volver a comenzar
- Eso no se puede hacer, son terrenos heredados.
-Dejemos que Sedyel hable.
-Con todo el respeto que les tengo mi hermana también puede tener una opinión.
-Sedyel el problema es que ella es mujer.
Esa frase me enfureció tanto que me levanté de la mesa golpee fuerte al punto que el vaso de vino cayó y dije :
- Si ser mujer es un problema para usted déjeme informarle que cuando papá murió la que se encargo del 80 porciento de las cosas fui yo, cuando se trataba de estrategias para defender nuestra comida yo era la que construía las posibilidades de sobrevivir.
-Usted es una incompetente señorita Seiya. No está apta para gobernar o sobrellevar una guerra en su propio interior. ¿Como piensa hacerlo con el reino?.
Sostuve mi vestido y salí enojada.. Corriendo a la parte más alejada del castillo y grité de coraje a la vez que gritaba caían relámpagos y una brisa fría que se intensificaba. ¿Como se atrevía a hacerme recordar el dolor que guardaba en mi corazon?. Lo intentaba olvidar pero ahí estaba incrustado en mis huesos.
Las gotas de lluvia que el viento había traído quemaban mis mejillas,arrastraban piedras y arena del suelo. De pronto escuche la voz de Sedyel, pero bien a lo lejos, no encontraba calmar mis demonios. Un chico pelirrojo se acercó a mi sin temor alguno que mi tormenta lo lastimara, sonrió, era una sonrisa muy cálida capaz de calmar cualquier guerra. Paso su pulgar bajo mi ojo y emitía un sonido extraño "Shshshsh".
-Calma princesa. Tu cometido y sueño se logrará solo debes de trabajar un poco más fuerte, mientras tanto tienes a tu hermano y no te dejará sola.
Cerré mis ojos para respirar profundo y dejar ir lo que me había enojado y toda la tormenta desapareció junto con el chico. Sedyel tenía sus ojos inundados de lagrimas. Corrió a abrazarme fuertemente, como si sus brazos fueran los de papá. Acarició mi cabello y me dijo " tenemos una misión hermanita y hay que cumplirla"
Asenti y volvimos a la mesa. Estaba más calmada y decidida ya sabía que iba a hacer y a muchos no les iba a gustar. Pero ¿Que importaba?
