Bad Boy [Jeon Jungkook (+18)]

💫 Cap 17 💫

Me desperté para encontrar la mirada de Jungkook en mí. Estaba rodeada de sus fuertes brazos sin escapatoria. Y al parecer, no se levantó de ahí en ningún momento.

—Cuánto llevas despierto? - Pregunté levantando mi mano para acariciar su mejilla.

—10 minutos. Pero he preferido verte durmiendo antes que levantarme. Parecías un ángel, aunque ambos sabemos bien que no lo eres - Rozó mi nariz con la suya en un beso esquimal a la vez que yo le di un pequeño golpe en el brazo por su comentario.

—Auch - Dijo en modo burlón.

—Bueno pues tú me dices si quieres que sea siempre un ángel.

—Noo. Prefiero que seas tal y como eres - Me río levemente.

—Pues más vale que seas el único en saber como soy detrás de esa carita de ángel que dices.

—Solo yo - Con eso me comienza a besar. Sujetando mi barbilla hacia arriba con su dedo para facilitar la distancia.

El beso subió un poco de tono, era dulce y suave, y se convirtió en algo necesitado. Me levanté y senté a horcajadas de él sin romper el beso para facilitarnos los movimientos. Gruñó en mi boca cuando rocé su miembro con mi feminidad al acercarme más a el. Seguíamos desnudos desde anoche y eso hacía todo mas fácil.

Sin previo aviso y aún en el beso, me levanté levemente e introducí su miembro en mí de una estocada. Me dejé caer completamente hasta llenarme por completo haciéndolo gruñir igual que yo y rompiendo el beso. Escondió su cara en el hueco de mi cuello.

—Eso ha sido muy brusco, no te ha dolido? - Me preguntó y sonreí ligeramente.

—Ya he superado la fase dolor, estoy en la fase placer - Siento su sonrisa en mi cuello y deja suaves besos. Comienzo a moverme despacio para que haga su trabajo.

Subo el nivel de velocidad a la vez que el succiona más fuerte en mi cuello, repasando los chupetones que tenía hechos por el.

Muevo mis caderas en círculos oyendo como gime y echa su cabeza para atrás. Con mis manos trazo sus abdominales debilitándolo más. Pero el decidió no quedarse atrás. Puso sus dedos en mi clíoris dándole un masaje placentero. Me miró con una sonrisa lasciva acompañada por el acto que me hizo morder mi labio después de un gemido de placer.

Comencé a dar saltitos sobre él lo más rápido posible. Oyéndole gruñir, cosa que me daba motivación a seguir. Me agarró de la cadera para acelerar los movimientos.

—Nena, no sabes cuanto me gusta esta versión tuya.

—A mí me encanta que seas mío.

—Y tu mía - Le mordí el cuello en respuesta.

No faltó mucho para corrernos, unas embestidas más y nos corrimos. Salió de mí y se liberó en mi abdomen. Dejé mi cuerpo caer sobre el suyo, los dos recuperando el aliento. Me volví a tirar a su lado.

—Las rondas mañaneras son las mejores - Giro mi cabeza para ver que me está sonriendo.

—Tal vez tengas razón - Le dije acurrucándome en su pecho, y el me abrazó por por la cintura.