Young •HunHan•

27. Final

La madre de LuHan invitó a Kris a su recital. LuHan había pensado en invitarlo, ya que eran novios, pero había dudado en hacerlo. Ahora, su madre simplemente tomó la decisión por él y le ofreció la entrada restante.

—Me encantaría, señora Lu —dijo Kris —Gracias por la invitación.

LuHan no estaba enfadado con su madre, porque al final... no tenía a nadie más a quien invitar. Tal vez Kris podría encontrar algo de satisfacción mientras él tocaba el violín. Esperaba que le gustara.

Cuando el día llegó, Kris llevó a LuHan a casa después de la escuela y fue a su propia casa para ponerse un traje formal. La madre de LuHan mantuvo a su hijo sentado por horas mientras ella arreglaba su pelo y algunas imperfecciones en su rostro.

En el lugar, LuHan se dirigió directamente a los camerinos. Ver a Kris sólo lo pondría inquieto y algo nervioso. Se preparó para su presentación en solitario mientras entraban los primeros grupos o solistas instrumentales. Él era el penúltimo, así que tenía tiempo.

Mientras lo hacía, la imagen de SeHun mirando hacia él se coló en su mente. Sabía que estaba mal pensar en otra persona cuando tenía novio, pero era algo que no podía evitar. La mirada de SeHun en él siempre le causaba pequeñas mariposas en el estómago.

Sus dedos dejaron de moverse sobre las cuerdas del violín repentinamente. Recordar a SeHun le llenó de tranquilidad. El nerviosismo había desaparecido en un segundo. LuHan podría haberse sentido confundido y algo culpable, pero no podía negar la paz que le traía. Tal vez... Tal vez debería ser sincero con Kris y SeHun de una vez. Tal vez debía sincero consigo mismo.

—LuHan, un minuto —el maestro Kim se acercó con su traje negro impecable y le dio una sonrisa mientras señalaba la salida de los camerinos. —Vamos.

LuHan se puso de pie y sostuvo su violín con fuerza. Sólo debía salir allí y tocar como siempre, pero esta vez... Tal vez podía imaginar que SeHun estaba allí.

Mientras los chicos de la orquesta anterior salían del escenario, LuHan se posicionó al medio y respiró hondo un par de veces. Debía concentrarse si no quería hacer el ridículo en público. Después podría pensar en su vida amorosa y en cómo arreglaría todo.

El pesado telón color vino se abrió y lo dejó ver a todas las personas que estaban allí para escucharlo. Ubicó a su familia y Kris rápidamente, justo en el medio con sonrisas de oreja a oreja y un guiño de parte de su novio. Intentó ignorar los nervios mientras se inclinaba un poco para saludar. Se puso el violín al hombro y los dedos en posición. Respiró hondo una última vez y empezó a tocar con toda la naturalidad que le fue posible. Por muy ridículo que sonara, las manos y dedos tensos podían influenciar en el sonido. Se vería como un novato en vez de un chico que había estado tocando el violín por años.

Como siempre solía hacer, le dio a su familia unos segundos para asegurarse de que les gustara. La aprobación de sus padres era algo que apreciaba y necesitaba en ese entonces. Aunque esta vez, algo le hizo mirar un poco más arriba. Sus ojos buscaron entre los rostros desconocidos, hasta que cayeron en el rostro que lo había mantenido despierto y lo llenaba de paz.

Sus dedos casi se detuvieron cuando vio a SeHun mirándolo con atención. Él le sonrió y el corazón de LuHan empezó a chocar contra sus cosillas, o así se sentía. Rápidamente siguió con la canción, intentando parecer relajado, pero segundos después volvió a mirar a SeHun. Era el único en todo el público que llevaba una chaqueta negra de cuero con una remera blanca y el pelo desordenado. Mientras todos iban formales y se veían serios, SeHun se veía como un pez fuera del agua. Demasiado diferente para estas personas estiradas y orgullosas.