Young •HunHan•

10. Keep On Loving You

SeHun llevó a LuHan a su casa el sábado, como habían quedado. Su madre abrió la puerta antes incluso de que llegaran a la puerta. Tenía una sonrisa hermosa en el rostro dirigida hacia su novio. LuHan sonrió hacia ella también.

—Buenos días, señora Oh —saludó. SeHun se había asegurado de llevarlo tan temprano como podía. Quería tener a LuHan para sí mismo durante todo el día.

—¿Cómo estás, LuHan, querido? —la mujer se adelantó y salió de la casa para darle un abrazo a LuHan. —No has venido por aquí en un tiempo. —protestó.

La risa de LuHan llenó de calor el pecho de SeHun —Señora Oh, estuve aquí hace dos semanas. —LuHan recibió un apretón de mejillas y un beso en la mejilla.

—Demasiado tiempo. Empezaba a pensar que SeHun y tú habían terminado. —su expresión de horror hizo reír tanto a SeHun como a LuHan.

—Eso nunca va a pasar, mamá —dijo SeHun. Su brazo rodeó la cintura de LuHan con posesividad y se inclinó para darle un beso en la cabeza.

La madre de SeHun sonrió satisfecha y guió el camino a la casa. Apenas entrar, el hermano menor de SeHun bajó las escaleras corriendo y saltando los últimos dos escalones. —¡Hola, LuHan! —saludó alegré. Era 5 años menor que SeHun, así que sólo era un niño de 13 años. —¿Hoy podrás ayudarme con álgebra? SeHun intentó hacerlo, pero es terrible.

SeHun le dio un empujón juguetón y LuHan soltó una risita antes de asentir —Claro, Ahn. Ayudaré en lo que necesites. —la madre de SeHun sonrió de nuevo antes de subir las escaleras.

—Genial, ¡gracias! —el chico salió corriendo al jardín, listo para salir con su bicicleta a algún lugar cerca de casa.

SeHun entrelazó la mano con la de LuHan y lo llevó a la cocina. —Te haré algo para comer —dijo. LuHan le dio un apretón a su mano. SeHun odiaba cocinar, pero lo hacía para él siempre que iba a su casa.

—Eso sería genial, hijo. —el padre de SeHun apareció en la cocina con el periódico del día y se acercó para sacudir el pelo castaño de LuHan —Espero que la oferta no sea sólo para LuHan. —dijo en tono bromista.

—Buenos días, señor Oh —saludó Lu.

El hombre sonrió hacia él —Buenos días, LuHan. Me alegra verte por aquí.

Mientras tanto, SeHun rodó los ojos, porque... Sí, la oferta era para LuHan nada más. Sin embargo, no podía decirle eso a su padre. —Está bien, pero no esperes que te haga panqueques con miel y mantequilla.

—Está bien —su padre se sentó en una de las sillas de la pequeña mesa de la cocina y abrió el periódico frente a él —¿Qué pensabas hacerle a LuHan?

SeHun soltó la pequeña mano de LuHan y se encogió de hombros —Panqueques con mantequilla y miel —dijo, como si nada.

Su padre dobló la parte de arriba del  periódico para poder ver a su hijo y se echó a reír. LuHan frunció el ceño hacia su novio y le dio un pequeño golpe. —No seas así con tus padres. —le reprendió.

Su padre salió a su defensa —No te preocupes, LuHan. SeHun me hará los panqueques más deliciosos que haya probado en la vida. ¿Verdad, hijo?

—Si tú lo dices —respondió SeHun riendo. LuHan amaba que su novio se llevara así de bien con su padrastro. SeHun se lavó las manos y se las secó antes de tomar las caderas de LuHan y darle un beso en los labios.

LuHan se sonrojó furiosamente por la presencia del padre de su novio. Se apartó suavemente y SeHun supo su problema apenas vio sus suaves mejillas teñidas de rojo. Volteó hacía su padre, quien aún leía su periódico con la parte superior doblada —Papá... —dijo.