11. Tatuajes Y Piercings

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Era miércoles y el recital de LuHan estaba por comenzar. Toda su familia estaba allí, al igual que SeHun y Baekhyun.

—Debería irme detrás de bambalinas ya —LuHan esperó hasta que su familia estuviera en sus asientos para tomar su violín. Llevaba un traje negro ajustado, y su hermoso pelo peinado. LuHan no había querido que su madre lo peinara, pero, como siempre, no había servido de nada la queja.

—Suerte, cariño —le gritó su padrastro sobre el bullicio del público.

—No vayas a ensuciar el traje, LuHan. —le gritó su madre.

Hani rodó los ojos y se puso de pie para abrazar a su hermano. —Lo harás genial, Lu —le susurró.

Baekhyun sonrió hacia él —Suerte, Lu.

LuHan sonrió a todos antes de que SeHun lo empujara suavemente hacia los camerinos, detrás de bambalinas. Sus dedos se entrelazaron casi al instante y SeHun tomó el violín de LuHan para llevarlo él mismo.

Los chicos y chicas que participarían en el recital corrían para reunirse con sus compañeros y tal vez retorcerse los dedos por el nerviosismo. LuHan, en cambio, estaba tranquilo. Tenía a su novio tomando su mano y a su violín, con el que pasaba la mayor parte del tiempo cuando SeHun no estaba. Había estado en tantos recitales que se había hecho algo normal para él.

Una vez en la puerta de camerinos, SeHun empujó a su novio contra la pared para darle un beso que le puso a LuHan mariposas en el estómago. SeHun aprovechó para pasar los dedos por el pelo arreglado de LuHan y dejarlo desordenado y natural.

—¡SeHun! ¡Mamá me matará! —LuHan se separó cuando se dio cuenta lo que estaba haciendo. Sus hermosas cejas castañas se juntaron, pero SeHun sólo podía pensar en lo adorable que era.

Se inclinó para darle un beso en la nariz y se descolgó el violín para dárselo —Te ves mejor así —le dijo. —Entra ya, tus compañeras me miran como si fuera a violarte.

LuHan volteó para ver a sus compañeras de violín y chelo. Algunas miraban a SeHun como si estuvieran listas para saltar sobre él si se atrevía a tocar a LuHan, y otras lo miraban con los ojos brillantes. Ellas nunca habían visto a SeHun antes, eran nuevas en el conservatorio.

—Probablemente piensan que eres un matón desagradable que me está acosando —se burló.

SeHun no pudo responder, porque una de ellas se acercó sosteniendo su violín como un arma que usaría contra él. —Lu, la señorita Lee ordena que nos reunamos ahora. —informó, sin dejar de observar a SeHun.

—Claro —LuHan abrazó su violín con cuidado y sonrió hacia ella —Voy en un segundo.

Ella asintió y se alejó lentamente. —¿Me veo tan aterrador? —preguntó SeHun cuando ella se había alejado lo suficiente.

—Mm... Tatuajes, piercing, demasiado alto y vestido con colores oscuros. ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza?

—Bueno, está bien. Tienes razón. —SeHun observó a sus compañeras de reojo antes de sonreír con socarronería —Hay que hacer que se asusten un poco.

LuHan no lo entendió hasta que las manos de su novio se situaron cada una en la pared detrás de él, a los lados de su cabeza castaña. Vio a sus compañeras mirarse entre ellas sin saber qué hacer.

SeHun se inclinó para darle besos en el cuello, y tal vez haya tratado de hacer uno que otro chupetón. Le gustaba verlos en LuHan y saber que había sido él el que los había hecho.

—SeHun, no aquí —su suave risa hizo que se esmerara aún más en el chupetón. No dejaría que nadie más escuche ese hermoso sonido.

—Oye tú, ¡deja a LuHan en paz! —gritó una de las chicas.

Young •HunHan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora