Los celos son realmente peligrosos, y Kim Seokjin lo sabe, pero no puede evitar irradiar celos al ver como el amor de su vida se va con Min Yoongi, su vecino.
¿Podrá Seokjin llamar la. atención de su crush como a...
Los ojos de Seokjin se abrieron de golpe, como escapando de un mal sueño, era aún muy temprano el reloj marcaba las 2:35 en los números de neón, era lo único que se veía en la oscuridad; además de pequeños rayos de luz lunar que entraban por la ventana.
Se levantó perezoso, caminó al closet dispuesto a buscar ropa y una toalla. Cuándo se dio la vuelta notó que su celular tenía una notificación. Tomó el celular encandilandose un poco por la luz que reflectaba.
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Decidió dejarlo en visto, sabía que estaba mal lo que iban a hacer, pero ya no había tiempo para retroceder.
Corrió al baño, aún era temprano y Jimin tenía sueño profundo, le había dicho que saldría en la madrugada a por un trabajo en una cafetería cercana. Así que Jimin no se preocuparía, Namjoon le había mentido con que tendría algo que hacer en la universidad y por eso no se podrían ver.
Luego de prepararse para salir, corrió otra vez a su closet, entre unas cajas se encontraba un bate de baseball, Namjoon llevaba su navaja de los boy scouts por, solo sí las cosas se ponían feas.
Namjoon le notificó que estaba en la entrada, dando una ultima mirada a su hogar, dirigió una pequeña a la puerta del cuarto de Jimin.
- Esto es temporal.- y con eso salió del lugar, bajó las escaleras del edificio y se despidió del guarda de seguridad que lo mirada dudoso pero no preguntaba, tampoco es como si hubiera notado el bate ya que Namjoon lo ocultaba entre sus ropas y la poca luz no le permitía ver bien. Al salir el aire nocturno chocó contra su rostro, respiró profundo y subió al auto de Namjoon.
- Y ahora ¿a donde nos llevo?.- pregunta Namjoon, no pregunta la dirección esa la conoce y Seokjin comprende su sarcasmo.
- Dante tenía un infierno, en este habían siete círculos infernales, con mounstros o demonios distintos ¿no?.- Namjoon le ve con duda y asiente.
- Pues nosotros solo tenemos uno y su mounstro se llama Min Yoongi.
Con eso Namjoon arrancó, dejando atrás todo lo que conocían, a Namjoon le emocionaba y le asustaba un poco esta nueva aventura.
- La vida nunca fue más aterradora que ahora.- comentó con los ojos fijos en la carretera.
- Esto es solo en comienzo Kim.- Sonrió Jin.
El silencio inundó el transporte, pero no era incómodo, era obvio que Seokjin estaba decidido en encontrar a Homin. Ya fuera vivo o muerto.
