Capitulo 2.

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Era sabado por la madrugada,  tal vez las tres y cincuenta, Jighyun se había quedado a dormir para arreglar las cosas de la cita y Homin no logró cerrar los ojos en toda la noche. Se levantó de su cómoda cama y caminó a la salida,  intentando no tropezar con Jighyun quien dormía en un colchón en el suelo. Llegó a la puerta y dio una mirada rapida a su amigo.

 Llegó a la puerta y dio una mirada rapida a su amigo

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-Nunca pensé verlo así de tranquilo.- susurró y caminó hacia la puerta. Se las arregló para no chocar contra los objetos del pasillo, llegó a la sala y encontró  a Jimin durmiendo junto a Hoseok en el sofá.

 Se las arregló para no chocar contra los objetos del pasillo, llegó a la sala y encontró  a Jimin durmiendo junto a Hoseok en el sofá

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Aparentemente se habían quedado dormidos en plena partida de Mario Kart.
Homin caminó a la cocina por un vaso con agua, saltó  asustado al sentir como alguien lo tomaba por la espalda y le tapaba la boca. Tragó grueso al sentir una respiración en su nuca y se tensó más cuando la mano libre del más alto se paseó por su abdomen.

- ¡boo!.- exclamó quedito soltando al pelinegro haciendo que se sobresaltara, lo volteó y le tapó la boca con las manos, a la vez que encarcelaba al menor contra la pared y su clavícula.

- ¿Jin-Hyun?.- susurró el menor con ojos nerviosos mientras se soltaba del fuerte agarre  del mayor. Sentía su rostro arder y agradecía al cielo por que la cocina estuviera apagada.

- ¿tampoco puedes dormir?.- notó que la respiración del mayor era pesada y se acercaba a su rostro con lentitud. El menor negó nervioso.

- creo que estas irrumpiendo un poco en mi espació personal...- trago grueso y comenzó a sudar frío cuando la mano de Jin se posicionó en su rostro.

- no sabes desde hace cuanto he deseado esto.- Jin plantó un  "eso" como les decía  Jighyun, en los esponjosos y carnosos labios del menor.

Lastima que sólo fue un sueño.

Homin despertó desanimado, su cerebelo le había jugado otra mala broma, deseaba seguir deprimiéndose en su cama, pero al voltear la cabeza no pudo evitar reirse a carcajada limpia con la escena que presenció.

Homin despertó desanimado, su cerebelo le había jugado otra mala broma, deseaba seguir deprimiéndose en su cama, pero al voltear la cabeza no pudo evitar reirse a carcajada limpia con la escena que presenció

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