una noticia inesperada

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Bulma se encontraba tomando algo en una terraza con Yamcha. Él le habia insistido en que quería ayudarle con lo de su cumpleaños. Primero había intentado convencerla para hacer los preparativos en su casa, pero Bulma había preferido quedar fuera de casa. No quería otra vez problemas con Yamcha y Vegeta.

-Lo del Karaoke ha sido muy divertido otras veces que lo hemos hecho.- Dijo el guerrero.

-Me gusta mucho lo del Karaoke la verdad, voy a apuntarlo.-

Mientras hablaban una muchacha rubia veía la escena con mala cara. Esa chica rubia era Shanon. La muchacha observaba la escena con el ceño fruncido. Sabía de sobras quién era esa chica de cabello azul. Había visto alguna foto en casa de Yamcha, e incluso había llegado a hablar con ella por teléfono en alguna ocasión cuando Bulma había llamado a casa de Yamcha. Shanon sabía perfectamente que esa chica había sido la novia de Yamcha durante muchos años. Pero lo que le molestaba no sólo era eso. Lo que le molestaba era que su novio le había mentido para que ella no supiera que había quedado con Bulma.

Se acercó hacia la mesa.

La peliazul vio como una chica rubia se posicionaba detrás de Yamcha sin que este se percatase, y la miraba con cara seria. -Pero bueno, ¿Y a ti que te pasa?.- Preguntó la científica. No le gustaba nada la mirada que le estaba echando esa desconocida. En ese momento Yamcha se giró para ver a quién le estaba hablando, y se quedó blanco al ver quien estaba allí.

-¡¿Shanon?!¿Que haces tu aqui?.- Preguntó el guerrero con un ligero temblor en su voz.

-¿La conoces?.- Preguntó Bulma.

-¡Por supuesto que me conoce!¡Soy su novia!.- Respondió la muchacha rubia.

La científica sonrió. -¡Yamcha asi que tienes novia!¡Me alegro mucho!¿Porqué no la traes a mi cumpleaños?.-

Shanon y Yamcha se miraron con cara de que no se lo esperaban. Pero la joven rubia contestó rápidamente. -¡Porsupuesto que iremos los dos!.-

Pasaron los días, y Bulma notó que cada vez se encontraba peor, y Vegeta se alejaba más de ella. El guerrero había días que no salía de la cámara de gravedad. La peliazul no era tonta, sabía que sus síntomas no eran normales, ni mucho menos eran fruto del estrés. Y aunque a veces se le retrasara la regla no era normal tanto tiempo. Iba a tener que realizarse un test de embarazo. Un escalofrío recorrió su cuerpo. En caso de estar embarazada, tenía muy claro que el padre era Vegeta. Lo que no tenía muy claro era cual sería su reacción, aunque sabía perfectamente que el tener un hijo no estaba dentro de los planes de Vegeta.

Decidió que iría a la farmacia sin perder más tiempo, pero antes le llevaría una bandeja con algo de comer a Vegeta. Llevaba dos días sin salir de la camara de gravedad entrenando como un loco. Llamó por el intercomunicador. -¡Vegeta! Voy a salir, te dejó una bandeja con comida.- Y Bulma se fué sin esperar contestación.

De camino a la farmacia se puso a pensar en muchas cosas. Si estaba embarazada, no iba a tener problemas económicos ni de ayuda, no era ese su problema. Ni siquiera a ella le importaba el tener un hijo con Vegeta, es más , ella sabía que nunca había querido a nadie como quería a ese extraterrestre orgulloso y gruñón. Lo que le daba miedo era la reacción del príncipe. No quería perderlo. Ella sabía que había muchas probabilidades de que tras la llegada de los androides, si el guerrero los vencía, se marcharia. Pero la peliazul  sólo vivía el presente. En ese momento era feliz con Vegeta. Era extraño, porque era un ser orgulloso,que pasaba mucho tiempo entrenando, y que había llevado una vida muy dura. Cualquier otra persona le diría que estaba loca.

Pero ella no veía al Vegeta sanguinario y al asesino que había matado a tanta gente. Ella veía a un hombre que había tenido una vida muy dura y llena de sufrimiento, que era fuerte, pero a la vez extremadamente delicado cuando quería, con él  podía pasar tiempo sin hablar sin que ninguno de los dos se sintiese incómodo, y que la conocía muy bien. Además ella no sabía si era consciente de ello, pero Bulma conocía muy bien a Vegeta, era como si con ella bajase la guardia.

Tras un paseo lleno de pensamientos, dudas y miedos, llegó a la puerta de la farmacia.

Cuando se aseguró de que la humana se había marchado, el príncipe abrió la puerta de la cámara y tomo la bandeja. Estaba muerto de hambre. Se dió cuenta de que aquel detalle que ahora le parecía lo más normal del mundo( que le llevaran la bandeja con la comida) en realidad nadie más lo había hecho ( sin ser un esclavo o previo pago) y una sensación extraña le invadió el estómago. Era muy consciente de que últimamente se estaba centrando en el entrenamiento para huir de ella. Jamás con nadie había sentido la sensación de ser fuerte y débil al mismo tiempo, y no podía permitirse bajar la guardia. Pero por otra parte aunque jamás lo reconociera echaba de menos pasar más tiempo con ella. Quizás esta noche la visitara... necesitaba una ducha,y además tras acostarse con ella siempre se sentía renovado y rendía mucho más en el entrenamiento, por eso era, si señor.

La peliazul caminaba de vuelta a casa con la bolsita de la farmacia en la mano. Agradecía que todavía no hubieran vuelto sus padres de viaje, prefería hacer eso sola, y que Vegeta ultimamente pasara  mayor tiempo entrenando todavía le ayudaba más.

Llegó a casa y esta se dirigió al cuarto de baño. Los nervios crecían cada vez más, estaba muy nerviosa. Leyó las instrucciones y se dispuso a utilizarlo. Tras un tiempo que se hizo eterno el test arrojó los resultados...El resultado era POSITIVO. Estaba embarazada. Al ver el positivo Bulma cayó de culo contra el suelo. Se quedó paralizada. No sabía que hacer. Tenía un pequeño o pequeña guerrero del espacio en su interior. Un sayan. Tenía que pedir cita con el médico para que se lo confirmara. Pero lo que más miedo le daba no era hablar con sus padres, ni siquiera con sus amigos aunque tuviera que contestar mil preguntas. Lo que más miedo le daba era hablarlo con Vegeta.

vegeta y bulma (siempre a tu lado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora