una parada inesperada

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Vegeta se encontraba descansando. La nave estaba programada para llegar a la tierra, con lo cual no tenía que preocuparse de nada más que de entrenar y descansar. Pero algo había perturbado el sueño del sayan. Había soñado con Bills, el dios de la destrucción. Su padre había sido humillado ante él. Jamás había visto a su padre así, ni tan herido nunca el orgullo de los Sayayins. Era el único ser del universo ante él que sentía algo parecido a miedo. Se había despertado cuando algo golpeó la nave. En su sueño era el puño de Bills. En la realidad una lluvia de asteroides se había cruzado en su trayectoria. Fue rápidamente hacia los mandos. Tenía que conseguir salir de allí.

A muchísimos Kilómetros, en corporación cápsula:

Bulma estaba en el jardín echando una siesta en una tumbona. Siempre le había gustado mucho dormir, pero desde que estaba embarazada necesitaba dormir mucho más, aquel bebé agotaba realmente sus fuerzas. Su madré la despertó, al parecer tenía una llamada. Ser despertada la puso de muy mal humor. Llevaba dos horas durmiendo, y le parecía que habían sido 5 minutos. Tomó el teléfono de mala gana.

-¿Si?.- Dijo la peliazul medio adormilada todavía.

-Bulma soy Krilin.-

-¡Krilin!¡Cuanto tiempo!¿Cómo va todo?.-

-Estamos entrenando muy duramente todos los días. Hace días que no sabemos de ti, pero algún día podias venir a cenar a  Kame House.-

A Bulma le apetecía muchísimo ir un dia a cenar con sus amigos. Pero se miró la barriga. Aquello iba a suscitar muchas preguntas, y Vegeta ni siquiera había vuelto. Si el sayan hubiera estado allí con ella todo sería mucho más facil... o al menos eso pensaba ella. Odiaba la mirada de pena que ponía Yamcha cuando salía el tema de Vegeta, como si el guerrero no fuera a volver.¡Claro que iba a volver!¡Y convertido en super sayayin!.

-Bulma,¿Estás ahi?.- Pregunto Krilin.

-Si si, estoy aqui. Me encantaría chicos, pero últimamente tengo mucho trabajo,y no puedo, pero me alegro muchisimo de que me hayas llamado, Krilin, en serio.-

Cuando colgaron el teléfono Krilin se quedó pensativo. Era muy raro que su amiga no quisiera ir ningun dia a cenar con ellos. Estaba muy rara desde que no estaba con Yamcha. Aunque el lobo del desierto en alguna ocasión cuando entrenaba les comentaba que a la peliazul seguía viendola...¿ quizás hayan vuelto?. Bueno eso no era asunto suyo, si Bulma o Yamcha necesitaban algo allí estaría él, que para eso son sus amigos. Tras la llamada siguió entrenando. La llegada de los androides cada vez estaba más cerca.

Bulma tras su interrupción de la siesta decidió ir a la cocina a comer algo. Mientras comía sentada en la mesa comenzó a pensar. ¿Les habría dicho algo Yamcha? Ultimamente estaba muy pesado. Le apreciaba mucho pero iba a verla casi todos los días. Conocia a su exnovio y sabía lo que pretendía, pero no iba a conseguirlo. Su corazón pertenecía únicamente a Vegeta. Jamás había sentido por nadie lo que sentía por él. Su mirada se entristeció, lo echaba muchísimo de menos. Ni siquiera había podido contactar con él por el intercomunicador. La tristeza se convirtió en preocupación, cuando su madre llegó de nuevo con el teléfono en la mano. Esta vez era Yamcha. La científica tomó el teléfono, mientras pensaba en lo que ocurriría cuando volviera Vegeta. Dudaba que al príncipe le gustara que su exnovio le diera tantas atenciones. Sólo esperaba por el bien de Yamcha que este no hiciera ninguna tontería. Pues no dudaba de que Vegeta lo mataría.

En el espacio:

Vegeta intentaba pilotar la nave en modo manual para salir de aquella lluvia de meteoritos,y aunque tenía grandes reflejos aquella nave no era tan rápida como su cuerpo, por lo que uno de los meteoritos golpeó un motor. La nave cayó sin control, y tras varios golpes y una aparatosa caída, la nave cayó en un planeta cercano.

El guerrero del espació despertó con el cuerpo dolorido y algún corte.-¡Maldita sea!.- Gritó. Tenía que hacer una evaluación de los daños. Uno de los motores estaba completamente destrozado. Quitando que la nave estaba llena de abolladuras, era el único daño. El problema es que sin ese motor no podía regresar. Se quedaría atrapado en aquel planeta. Miró el intercomunicador. No iba a llamar pidiendo ayuda. él era el principe de los sayans y él iba a conseguir salir sólo de esa situación. Nunca había necesitado la ayuda de nadie y aquello no sería diferente. No estaba dispuesto a humillarse pidiendo ayuda a los humanos, había salido de situaciones peores y volvería a hacerlo.

Salío de la nave,llevaba varios cortes, y sabía que en caso de haber estado en la tierra, Bulma habría insistido en coserle. No le parecía algo totalmente desagradable, pero por el momento, tendría que aguantar con aquellas heridas. No conocía ese planeta, pero esperaba que estuviera habitado. Había caido en algo parecido a un bosque con animales. Por lo menos podría comer.

Al principio había decidido que no echaría a volar para no llamar la atención, pero finalmente decidió que tendría que hacerlo. Llevaba horas caminando y no había encontrado ningún atisbo de civilización.

Al hechar el vuelo, decidió seguir el curso del rio, y tras un par de horas encontró un pequeño pueblo. No sabía que nivel tecnologico tendrían sus habitantes. Decidió camuflarse como pudo, y vio a un ser con apariencia humanoide... pero con rasgos de gato. A Vegeta no le sorprendió, estaba acostumbrado a encontrar extraños seres en los planetas que había visitado. Aquel pueblo era sencillo, pero tenían aparatos eléctricos. Necesitaba conseguir un motor como fuera. Lo más probable es que lo que necesitara lo encontrara en una ciudad.

Siguió a uno de los seres hasta un callejón y allí lo tomó del cuello por la espalda. El ser comenzó a moverse intentando huir. Su nivel de ki era muy pequeño, no tenía nada que hacer contra el.-No intententes resisitirte. Soy mucho mas fuerte que tu. No quiero hacerte daño, solo necesito información, ¿me has entendido?.- Peró aquel ser continuaba retorciendose intentando liberarse.-¿Me has entendido?.-

El habitante de ese planeta asintió.-Te voy a soltar y no vas a intentar escapar, me vas a contestar a lo que te pregunte, si no te matare. ¿Entendido?.-

El ser asintió nuevamente.

Vegeta le soltó y le hizo su pregunta: -¿Donde puedo conseguir motores?.-

-¿Motores?.-

-Si, necesito uno para largarme de este estupido planeta. ¿Donde puedo conseguir uno?.-

-Quizas en la ciudad capital, que esta a 2000 kilómetros de aqui. Pero la tecnología es muy cara.-

Vegeta echó a volar y se marchó hacia donde el ser le había dicho. No pensaba pagar nada, entre otras cosas porque no llevaba dinero. Tomaría lo que necesitaba y se marcharia.

vegeta y bulma (siempre a tu lado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora