Vegeta se dirigió volando a la ciudad. Quería conseguir el motor y marcharse lo antes posible de alli. Con su nuevo estado de super sayayin no tendría ningún problema. Finalmente llegó a la ciudad. Tenía aspecto a ciudad industrial totalmente lamentable. Había grandes fábricas sacando humo y no había ni una zona verde. Pero al príncipe eso le daba igual. Lo que quería era conseguir un motor y largarse, y en aquel sitio parecía posible.
No se veía ni un alma en la calle. Todo parecía desierto. Decidió que iría caminando hasta encontrar lo que andaba buscando. Notó un ki que se acercaba. No era más poderoso que él, pero si era bastante fuerte, por lo que podría ganarle sin transformase. Otro ser con forma de gato que apareció frente a él llevaba algo parecido a una armadura. Seguramente sería un soldado.
El soldado gatuno apunto al sayan con un arma:-¿Quien eres y de donde vienes?.-
-Eso no es de tu incumbencia.-
-Tu lo has querido.- Respondió el soldado, y comenzó a disparar. Ante su sorpresa, el guerrero esquivó todos los disparos.
-¿Pero que..?- Pero el soldado no pudo acabar la frase. Vegeta lo agarro del cuello y lo elevó del suelo. Aquello no había supuesto ningún reto para el príncipe.
-Necesito un motor para una nave.¿Donde puedo conseguirlo?.-
-¡Estas detenido!- Dijo el soldado balbuceando.
-JAJAJAJA.- Rio Vegeta.-No estás en posición de detenerme. Deberías ser consciente de que tu vida pende de un hilo, asi que..¡Habla!.-
Al poco comenzaron a aparecer más soldados. Aquello se ponía interesante.
El guerrero se emocionó. Hacía mucho de su último combate, aunque ni todos aquellos seres juntos conseguían formar un guerrero a su altura. No le hacía falta transformarse en super sayayin para vencerlos, pero pensó que sería un buen entrenamiento. Si no se acostumbraba a pelear en super sayayin y el gasto de energía que eso conbllevaba, no le serviría de nada. Debía dominar la transformación.
En 5 minutos Vegeta se vió rodeado de unos 50 soldados muertos. Sólo quedaba uno que lo miraba con auténtico terror. El sayan se acercó hacia el con una sonrisa de medio lado en el rostro.
-Si me hubieras dicho desde un principio lo que necesitaba saber, no habría tenido lugar esto.- Dijo señalando la pila de cadáveres del suelo. El soldado balbuceó: -¿ Qué es lo que quieres?.-
-Quiero un motor para mi nave. Dime dónde puedo encontrarlo si no quieres acabar como tus compañeros.-
El soldado le indicó que le siguiera. Todavía le temblaban las piernas.
- No quiero ningún truco. A la mínima duda te mataré.- Dijo el príncipe, haciendo que el soldado tragara saliva.
Entraron a una trastienda. Allí había un anciano lleno de hollín que se quedo petrificado al ver al soldado con aquel extraño ser.
-¿Qué quieres?.- Dijo el anciano.
-Necesitamos un motor para una nave- Tartamudéo el soldado gatuno.
-Son caros.- Respondió el anciano.
-No tengo dinero para pagarte.- Dijo el sayan.
-En ese caso no habrá motor.-
Vegeta comenzó a estrangular al soldado para demostrar que no estaba jugando, cuando una chica entró con un niño pequeño al taller.
-vayanse de aqui!¡Rápido!.- Gritó el anciano.
El guerrero soltó al soldado, que se marchó de allí corriendo. El sayan no intentó detenerlo.
-¡Te daré lo que quieras!¡Pero no les hagas daño! Son mi hija y mi nieto...-
Algo en el cerebro de Vegeta le paralizó, al oir eso se acordó de Bulma y de su hijo... una sensación le recorrió el pecho. No quería hacerles daño. Vegeta se sintió estúpido, había matado a mucha gente a lo largo de su vida y jamás le había preocupado eso, y ahora no quería hacer daño a dos desconocidos...
-Dame lo que te estoy pidiendo o no dudaré en matarlos delante de tus narices.-
El anciano le dió lo que pedía, y Vegeta se marchó de allí satisfecho. Los tres familiares miraron con odio a Vegeta. Les pareció el ser más despreciable que habían visto jamás. Un ser sin escrúpulos, que no dudaba en quitar la vida, y sin sentimientos.
Tras un largo vuelo, al final llegó a donde había escondido la nave. Allí seguía. Cambió el motor y subió a la nave. Tras marcar las coordinadas en el panel de control, la nave arrancó. Sus heridas abiertas aún sangraban, así que se tendría que coser el mismo, como tantas otras veces había hecho cuando trabajaba para Freezer. No es que el coser las heridas fuera agradable, pero se acordó de cuando Bulma se las cosía. Era increible como aquella humana podía hacer que un momento desagradable fuera agradable.
Se quedó pensando en la hija y el nieto del anciano con cara de gato. Por primera vez él no había querido hacer daño a dos desconocidos. Había sentido... ¿Compasión?. ''Tonterías´´. Pensó Vegeta . De haberse negado el viejo a darme lo que necesitaba, los habría matado sin pestañear.
Bulma se encontraba ya de 8 meses. A pesar del embarazo todavía lucía una buena figura... sino fuera por aquella tripa enorme. Se sentía como un dinosaurio. Se sentía hinchada, cansada y cada vez más pesada. Conforme había ido creciendo aquel bebé su hambre y su ansia por devorar todo habían ido creciendo con él. Hacía dos meses que había dejado el trabajo físico del laboratorio y se había centrado en el del ordenador. Se encontraba trabajando en unos prototipos cuando Yamcha entró.
-¡Yamcha!Pensaba que tenías entrenamiento de baseball.-
-Hoy me lo he saltado para verte.- Respondió el guerrero.
-Sáltandote los entrenamientos no creo que vaya a prosperar tu carrera.- Dijo la cientifica sin dejar de teclear.
El lobo del desierto cambió de tema. -¿Porque no dejas el trabajo un rato y salimos a dar una vuelta? Aprovecha ahora que dentro de poco no podrás hacer este tipo de cosas, tendrás que estar pendiente de tu bebé.
Pero Bulma no contestó, se veía concentrada mirando la pantalla.
-¿Bulma?.-
La mujer miró con sus ojos a celestes a su amigo.-Lleva un rato dándome unas patadas muy fuertes. No sé si puedo levantarme...-
El guerrero ayudó a la peliazul a levantarse del asiento, cuando un líquido transparente bajó por el vestido de Bulma.
-¡Mierda!Se me ha roto la fuente!.-
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vegeta y bulma (siempre a tu lado)
Hayran KurguHistoria de lo que paso durante los 3 años antes de la llegada de los androides cómo fue que Vegeta se enamoró de bulma .