visita a kame Hause

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Vegeta no paraba de dar vueltas en la cama.¿Por que le afectaba tanto lo que pensara esa humana? Ella sin quererlo le afectaba más de lo que él estaba dispuesto a reconocer. ¿Sería verdad lo que ella gritaba en su sueño?¿Le tenía miedo? él había visto la mirada de mucha gente atemorizada a lo largo de su vida, y definitivamente la cara de la peliazul no expresaba miedo cuando la miraba. ¿Lo estaría engañando?

Por otra parte, ¿porque le importaba tanto que ella le tuviera miedo o no? A él en realidad no tenía que importarle lo que pensara ella. No era una guerrera del espacio, no eran de la misma especie,no estaban en una relación..¿o sí?¡Pues claro que no!¡Si él se iba a ir en cuanto derrotara a Goku y a los androides y se convirtiera en el ser más poderoso del universo. Y entonces una sensación le recorrió todo el cuerpo, y no agradable precisamente, al pensar en marcharse de allí. El estómago se le encogió y sintió una punzada de un sentimiento que no reconoció.

No podía seguir durmiendo allí con ella, no podía seguir pensando aquellas cosas. Se levantó sin mirarla y se fue directamente a la cámara de gravedad.

Bulma abrió un ojo. En el despertador de la mesilla ponía que eran las 10 de la mañana. Se vistió rápidamente para marcharse a su habitación. Su madre no solía despertarla... pero... ¿Y si entraba a la habitación de Vegeta para lo que fuera? Su madre sabía perfectamente que el guerrero madrugaba muchísimo. No quería arriesgarse a que su madre se enterara de lo suyo con Vegeta, fuera lo que fuera lo que tuvieran. No quería tener que dar explicaciones sobre su relación con el guerrero, y sabía que si los demás se enteraban, tendría que darlas. Y el problema es que no podía darlas... porque ni ella misma se podía dar las explicaciones así misma. Sus sueños no paraban de confirmarlo. Sueños... Por lo menos las horas que había dormido en la cama del príncipe no había vuelto a soñar nada.

Mientras Bulma se tomaba un cafe en la cocina, sus padres entraron. - Nos iremos mañana de viaje de negocios. Volveremos para tu cumpleaños.- Dijo el doctor Brief.

-¡Pero si mi cumpleaños es dentro de un mes!.- Respondió la muchacha.

-Así es, nos vamos un mes.- Respondió su padre.

-No habrá ningún problema, hay un guerrero estupendo en casa por si sucediera algo, respondió su madre.-

Por un lado Bulma echaría de menos a sus padres, pero por otro lado sería agradable poder estar con Vegeta sin miedo a que les descubrieran. Aquello le daría tranquilidad.

Se terminó el café y se dispuso a salir. Quería tomar algo de aire y distraerse de sus preocupaciones.  Preparo una nave e iria a kame Hause a ver a sus amigos. Cuando pasó por la cámara de gravedad vió un destello amarillo pero que se apagó rápidamente. ¿Se habría convertido Vegeta en un super Sayayin? La joven tenía mucha curiosidad, pero sabía que no debía preguntarle. Si él quería se lo contaría, pero si no lo había conseguido preguntarle eso sólo le añadiría más presión.

Yamcha y Krilin estaban entrenando. No es que Yamcha se tomara el entrenamiento muy en serio, pero le servia como distracción de Shanon. Aquella chica era guapa y agradable, pero se sentía agobiado. Decirle que se iba a entrenar conseguía que tuviera algo de tiempo para el mismo. Cada vez que la joven lo llamaba por teléfono, él deseaba que fuera Bulma, y cada vez que contesta el teléfono era una decepción. Incluso ella le había dicho alguna vez que podía ir a la isla con él, y verlo entrenar como hacían Oolong y Puar, pero Yamcha le había dicho que no, con la excusa de que si estaba ella lo distraía de su entrenamiento, lo cual a ella le encantaba.

De lejos se vió aparecer una nave. Yamcha reconocía esa nave...¡Era la de Bulma! Una punzada invadió su corazón, hacia dias que no la veía...

-¡Hola muchachos!.- Dijo la peliazul bajando de la nave.-¡Los echaba de menos!.-

Tras los saludos de rigor, entraron a Kamehouse, donde el maestro tortuga preparó unos aperitivos y se sentaron a la mesa a conversar, haciendo Krilin y Yamcha una pausa a su entrenamiento.

-¿Cómo va el entrenamiento?.- Preguntó la muchacha.

-El tiempo pasa demasiado deprisa. Pero con Goku de nuestro lado seguro que todo sale bien.- Respondió Krillin.

-¿Todavía sigue entrenando Vegeta en tu casa?.- Preguntó Yamcha a la peliazul.

-Si claro,entrena muy duro todos los días. Estoy segura que conseguirá vencer a los androides.-

-Goku los vencera. Es nuestra gran esperanza.- Respondió Krilin.

Bulma se dio cuenta de que no podía hablar con sus amigos de Vegeta. No lo aceptaban, y probablemente Vegeta tampoco les aceptara a ellos. Los unicos humanos con los que el guerrero parecia sentirse cómodo eran su padre y ella.

Yamcha decidió cambiar de tema. Le ponía de mal humor hablar de Vegeta, y después de todo, cuando todo lo de los androides terminara, si es que Vegeta seguía vivo, sería derrotado por Goku, y moriría o se marcharía del planeta. Y si Vegeta moría Yamcha se encargaría de que no hubiera errores. Vegeta no volvería a resucitar...

-Dentro de un mes es tu cumpleaños Bulma.-

-Lo se, no hace falta que me lo recuerdes.-

-Que poco le gusta a Bulma cumplir años.- Dijo Oolong con una sonrisa.

-Soy todavía muy joven y guapa. Me da igual cumplir años.- Dijo la peliazul de mala gana.

-¿Lo celebrarás no?.- Pregunto Yamcha. Todas las oportunidades de ver a Bulma le parecían pocas.

-No se que hacer la verdad. No esta la cosa para celebraciones.-

-Precisamente por eso. El año pasado tampoco lo celebraste. Y con lo que se nos viene encima puede ser una de las últimas veces que lo celebremos todos juntos.- Dijo Yamcha. Dos años después se daría cuenta de lo ciertas que habían sido sus palabras, ya que para Goku sería el último cumpleaños al que volvería.

La joven se quedó pensativa. Quizás tenía razón, tenía que aprovechar el tiempo que les quedaba hasta la llegada de los androides.

vegeta y bulma (siempre a tu lado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora