Bulma se encontraba durmiendo cuando bien entrada la noche llegó Vegeta de entrenar. Se dió una ducha y mientras el agua caía por su cuerpo no pudo evitar acordarse de su encuentro con la humana en el lago. Aquello lo había retrasado en el entrenamiento pero le había dado energías. De hecho casi había conseguido convertirse en un super sayayin. Salió de la ducha y la duda lo invadió. ¿Se iba a su habitación a dormir o se iba a la habitación de la humana?
Normalmente sus encuentros habían sido en su habitación. Salió volando por la ventana y se asomó a la ventana de la habitación de al lado. Allí se encontraba la chica de pelo azul durmiendo. Tenía el cuarto algo desordenado y eso no le gustó. A él le gustaba el orden y la pulcritud. Por un momento las ganas de tumbarse a dormir con ella casi se le apoderan, pero finalmente pensó que lo más importante era entrenar. Descansaría mejor si dormía en su cama él sólo. La observó unos segundos más y volvió por donde había venido a su habitación.
Mientras tanto la mente de Bulma se encontraba lejos de alli.
-¿Goku?¡Que haces aquí?!.- La muchacha se encontraba sentada en la terraza de su habitación contemplando la noche estrellada cuando su mejor amigo había venido volando.
-¿Que tal va todo con Vegeta?.-
Aquella pregunta descolocó a la peliazul. Ella no se hacia esas preguntas. Faltaban menos de dos años para que llegaran los androides y podían morir. Lo único que le preocupaba era el presente, o eso creía ella.
-Todo va bien.-
-¿Que tipo de relación tienen?.- Pregunto el guerrero del espacio.
¿Que clase de pregunta era esa?¿Relación? Ella no definiria así lo que tenia con el príncipe, aunque es verdad que a pesar de no saber como nombrar lo que tenían, algo tenían. Vegeta y ella tenian una intimidad que la científica no había logrado con nadie, ni siquiera con Yamcha despues de tantos años. Pero Vegeta no era el típico novio con el que podías ir al cine o a dar un paseo. Él era un extraterrestre que estaba entrenando como un loco para derrotar a unos androides que llegarían según la predicción de un chico del futuro que había llegado en una máquina del tiempo. A cualquiera que Bulma le contara eso, pensaría que estaba loca.
-No lo sé.- Fue la contestación a la pregunta de Goku.
-¿Y eso no te preocupa?.-
-Me preocupan muchas cosas, pero no, esa no es una de ellas.- Mintió Bulma.
-Mientes.-Dijo el guerrero.
-Soy feliz con lo que tengo.-
-¿Ya no estás enamorada de mi?.-
Aquella pregunta le hizo ver a Bulma que aquello no era posible, tenía que ser un sueño. Goku era demasiado inocente e ingenuo para saber que ella había estado en el pasado enamorada de él.
-Hace tiempo que ya no siento por ti nada más que amistad.-
-Eso es desde que entró Vegeta a tu vida. Ahora estás enamorada de él.- Dijo Goku.
-Puede ser que esté enamorada de él, pero pronto llegarán los androides y todas esas cosas dejarán de ser importantes.-
-No se que te hará sufrir más , si que Vegeta muera frente a los androides, o que se largue sin decirte ni adiós cuando todo esto termine.-
Aquello era a lo que Bulma no quería enfrentarse, cuando esos pensamientos invadían su cabeza los rechazaba, los bloqueaba. Quería pensar que esos tres años serían eternos hasta que llegaran los androides , aunque sabía de sobras que no eran así. La peliazul tenia una dura lucha entre su corazón y su cabeza, y de momento iba ganando su corazón.
-Vegeta sobrevivirá y ¡se quedara!.- Chilló Bulma.
De repente apareció el principe de los guerreros del espacio en la terraza. Estaba diferente, con los ojos azul verdoso y el pelo amarillo. Estaba convertido en un superguerrero. de un movimiento partió el cuello a Goku que se quedó inconsciente en el suelo ante la atónita mirada de Bulma. La peliazul siempre había estado muy tranquila ante Vegeta, pero de repente el pánico la invadió cuando vió que se acercaba hacia ella con cara de pocos amigos. Vegeta jamás la había mirado así.
-Ahora que me he convertido en un superguerrero y he matado a Goku ya no tengo nada que hacer aqui, salvo matarte y marcharme.-
Y el príncipe comenzó a apretar el cuello de Bulma, a la que le empezó a faltar el aire y comenzó a chillar.
Vegeta que estaba durmiendo en la habitación de al lado de despertó con los chillidos de la joven. Sin pensar se levantó y salió volando por la ventana hacia la terraza de la humana. Se asomó por el cristal, la chica estaba soñando. No paraba de moverse y dar vueltas en la cama. Abrió la puerta de la terraza y entró en la habitación.
Bulma se ponía las manos en el cuello y chillaba:-¡Vegeta no!¡Me haces daño!¡No puedo respirar!-
El guerrero no se podía creer lo que estaba oyendo. Siempre había pensado que Bulma le respetaba pero aquello... aquello era miedo. Estaba soñando que él le ahogaba...
Se acercó hacia ella para despertarla. Le tocó el hombro y Bulma se incorporó y abrió los ojos de golpe. Tenía en frente de ella a Vegeta. Se quedó viendo sus ojos negros. Esa mirada ya era la de siempre, y no la de su sueño. A quello la tranquilizó y le dio paz.
-Estabas chillando, me has despertado. Dentro de dos horas me levanto para entrenar.-
-Lo siento, he tenido una pesadilla.-
El principe se alejó hacia la puerta de la habitación, y Bulma le llamó:-¡Espera!.-
Vegeta se dio la vuelta sin decir nada y se quedo mirando a la chica de pelo azul.
-¿Querrías dormir conmigo el par de horas que te quedan?Eso me tranquilizaría.-
-Esta habitación está muy desordenada, aqui no voy a poder dormir agusto.- Dijo dirigiendose a la puerta y dando la espalda a Bulma. Pero justo al abrir la puerta dijo:- Si quieres ven tu a mi habitación.-
Y la peliazul se metió en la cama del príncipe.Éste apagó la luz, y se dio la vuelta de espaldas a ella, aunque lo cierto es que el rato que le quedaba hasta despertarse no durmió mucho.
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vegeta y bulma (siempre a tu lado)
Hayran KurguHistoria de lo que paso durante los 3 años antes de la llegada de los androides cómo fue que Vegeta se enamoró de bulma .