qué siente por mí?

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Krilin se encontraba en la isla de kamehause entrenando. Sabía que el 99 por ciento de posibilidades estaba en Goku. Como mucho en gohan. Pero era necesaria toda la ayuda posible y para ello era necesario entrenar. Se lo estaba tomando muy en serio. A lo lejos vio aparecer a Yamcha.
A sus ojos era muy descuidado con el entrenamiento. Entre el baseball, lo que le gustaba salir y holgazanear no es que estuviera entrenando mucho.

-¿Como estas Yamcha?.-Pregunto Krillin mientras gotas de sudor corrían por su frente. Su amigo estaba muy serio y no tenía buena cara. Es mas, tenia cara de haberse pegado una fiesta de las buenas.

-He decidido que podría entrenar unos dias aqui con ustedes.-

Krillin arqueo una ceja. Sabia que su amigo solía acudir a casa de Bulma a entrenar.

-¿No estabas entrenando en casa de Bulma?.- Pregunto Krillin. Este sabia que la pareja habia discutido un ciento de veces y habia vuelto otro ciento de veces. Se imagino que esta seria una de esas veces.

-Prefiero hacerlo aqui, no me gusta estar cerca de ese mono del espacio.-

Krillin hizo un comentario del que mas tarde se arrepintio por su brusquedad, pero le salio así, sin pensar:

-¿Y te gusta que este cerca de Bulma?.-

La cara de Yamcha se ensombrecio y se puso mas serio.

-Ella sabra. Si Vegeta la mata sera solo culpa suya.-

Bulma se encontraba en la cocina de su casa. Era la hora de la cena. Al dia siguiente volvian sus padres de su viaje y no habia visto a Vegeta en todo el día. ¡Vegeta y su forma de evitar su lado emocional! Estaba segura de que no habia ido a comer con ella porque no quería hablar de lo que habia pasado ni enfrentarse a ello. Podía enfrentarse a Freezer pero no podía enfrentarse a sus sentimientos. Aunque...¿Sentimientos? ¿Vegeta tenía eso? Quizas para el guerrero del espacio sólo había sido sexo... Aunque la cientifica no creía eso. Era imposible que alguien fuera tan tierno y derrochara tanta pasion si no sentia nada.. ¿o si? La joven no tenía mucha experiencia en estos asuntos, sólo habia estado con Yamcha, pero ella jamás se había entregado a Yamcha como lo había hecho con Vegeta.

Ese pensamiento le hacía plantearse una cosa ¿ Que sentia ella exactamente? Sentia algo, de eso no cabia duda..¿pero el que?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio al príncipe aparecer en la cocina. Aquello la sorprendió. No esperaba que él apareciera para cenar. ¿ Que significaba aquello? ¿Que Vegeta quería verla?¿quería repetirlo?¿no habia sido importante y por eso le daba igual? Cuantas dudas.. en esto que el Príncipe se dio cuenta de que la humana no le quitaba el ojo de encima.

-¿Tengo monos en la cara?.- Dijo el guerrero.

La humana se sobresalto. Pero ese comentario era muy tipico de Vegeta. Bulma sonrio.

El guerrero arqueó una ceja.

La humana no contesto y siguió haciendo la cena. La cena transcurrió con normalidad, como si no hubiera pasado nada. Aquello agradó a vegeta. Sabía que los humanos tenían la extraña manía de querer hablar de todas las cosas que pasaban. Sobretodo si habia sexo de por medio. Lo sabía por la televisión. Pero Bulma se lo ponía fácil, estaba con el igual que siempre, daba igual que se besaran o incluso que hicieran el amor... y aquello hacia que el guerrero del espacio se encontrase agusto en su compañía. De hecho hacía muchísimo tiempo que no se encontraba agusto con nadie. Desde luego así de bien no se había sentido con nadie en la vida...

Bulma se levanto al acabar de cenar:-¿Te apetece que veamos un rato la televisión?.-

Y sin darse cuenta  pasaron media noche en el sofa viendo la televisión, y hablando como si no sucediera nada. La muchacha de pelo azul miraba a Vegeta. La verdad que no era muy alto, pero era guapísimo, y sabía de buena tinta que tenía un cuerpo muy bien formado... a pesar de las cicatrices aquello no le quitaba ni un ápice de atractivo. Sentía ganas de besarlo... pero estaban muy agusto en ese momento..¿y si a él no le apetecía?...

El príncipe miraba a la mujer de pelo azul. Le encantaba esa piel tan blanca y suave. Le había encantado tocarla la otra noche, y en realidad estaba deseando repetirlo. Miraba sus labios moverse mientras hablaba, su risa... Era en único ser en todo el universo que no le tenía miedo o que no era reticente a su contacto. En sus viajes espaciales el guerrero se había acostado con otras mujeres, pero siempre tenían un atisbo de miedo, y era diferente al sexo con aquella humana. Aquella humana era tan diferente a todos los seres que había conocido... incluso a los otros humanos.

Los pensamientos de Vegeta fueron interrumpidos cuando la chica lo besó. Él correspondió ese beso agarrandola de la cintura y colocandola encima de él. Se encontraba Bulma sentada encima de Vegeta, que a su vez estaba sentado en el sofá, y continuaron besándose.

Poco a poco aquel beso fue volviéndose más y más apasionado. Las expertas manos del príncipe recorrían todo el cuerpo de la mujer humana.

-¿Porque no vamos a mi habitación?.- Dijo Bulma al guerrero en el oído.

-Mejor iremos a la mía.- Dijo Vegeta, cargando a la muchacha, y encaminándose a su dormitorio.

Bulma se encontraba en namek. Estaba buscando las esferas de dragon, aun a sabiendo de que Freezer ya había sido derrotado. Continúo caminando y vio a lo lejos a alguien muy familiar. Era Vegeta. Iba vestido con su antigua armadura. Se fue acercando lentamente hacia ella. Bulma estaba tranquila, pero de repente Vegeta le dio un golpe tirándola al suelo.

-¡Dame las esferas de dragón!.-

La peliazul abrió los ojos lentamente. Estaba claro que el guerrero no había usado toda su fuerza, ya que si asi fuera la hubiese matado.

-¡Vegeta!.-

No le dio tiempo a decir nada más, otro golpe de Vegeta la despertó.

De repente Bulma se dio cuenta de que se encontraba en la cama de Vegeta. El guerrero debía haberse ido a entrenar. Miró el reloj.

-¡Mierda!-

Tomo su ropa rapidamente y se vistió. No le dio tiempo de hacer la cama del príncipe. Sus padres debían estar a punto de llegar en cualquier momento. Se asomó a la puerta. Mierda, su habitación se encontraba justamente al lado, pero se oía a su madre por el pasillo. Busco rapidamente una excusa para salir de la habitación de Vegeta, pero se dio cuenta de que no había nada convincente que pudiera contar para justificar el por que se encontraba allí.

Miro la ventana. ¿Y si salia por el tejado y aterrizaba en su terraza?

vegeta y bulma (siempre a tu lado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora