Capítulo 6: Llámame Seymour

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—¿Helena? —Di media vuelta para observar a la persona que me llamaba

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—¿Helena? —Di media vuelta para observar a la persona que me llamaba.

—¿Alex? —Me acerqué para estar segura de que era él. Apenas pude reconocerlo sin lentes y con barba de candado. Sus ojos de repente me parecieron muy bonitos. ¿Tanto puede cambiar una persona en un año? ¿O será que en este mundo Alex tiene cierto brillo que en el mío no? Por otro lado, aún no entendía por qué había viajado un año al futuro. ¿Acaso no bastaba con mandarme a un mundo totalmente distinto?

—Así que tú eres la famosa Helena de la que tanto habla Travis.

Travis. Otra vez Travis. Por un momento pensé que Alex de alguna manera también había viajado a este mundo y me ayudaría a regresar sin que Russell estuviera respirando en mi oído. 

—¿Travis te ha hablado de mí?

—Sí, estoy escribiendo una nota exclusiva para el periódico del país. Saldrá cuando comience la venta de las 1MM. Hoy se suponía que continuaríamos con una entrevista pero parece que está muy ocupado.

—¿Las 1MM?

—Sí o Big Mammas, como Amy las llama. Espera... ¿Cómo supiste mi nombre?

Amy. Sabía que ella estaba metida en esto mucho más de lo que pensaba. 

—¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Qué quiere realmente obtener Russell con todo esto? —dije ignorando su pregunta porque no sabía qué responder.

Antes de que Alex pudiese contestar un hombre con traje negro y gafas oscuras me nombró.

—Señorita Miller, hay un taxi esperándola afuera.

Me había encontrado con Alex en la planta baja de este gran edificio así que estaba muy cerca de la salida. En ese momento me di cuenta de que tenía la opción de escapar, irme corriendo y vivir en este mundo como si no conociera otro. Pero no tenía sentido, ¿verdad? 

—Nos vemos después, supongo. —Me despedí de Alex haciendo un gesto con la mano y él hizo lo mismo pero con cierta intranquilidad en su rostro, parecía querer decirme algo más.

Segundos después, me dirigí a un auto negro con ventanas oscuras. No parecía un taxi en lo absoluto. Tenía que subirme quiera o no ya que al final le dije a Russell que tenía el reloj en el departamento de Amy. Así, acordamos en volver a reunirnos a las 16:00 del mismo día. El viaje de regreso en el auto duró un poco más de lo que nos demoramos en ir al edificio de Russell. Al llegar, el señor que manejaba dijo que me esperaría. 

—¡Amy! Toma el reloj. Ve a mi casa y espérame allí  —dijo Kendall apenas puse un pie en el departamento—. Yo volveré y robaré una de las 1MM del edificio y así podrás irte de este caos. Tienes que irte de aquí lo más pronto posible. —Kendall sonaba desesperada y preocupada. Puso el reloj en mi mano mientras me empujaba hacia afuera del departamento y ponía una pequeña mochila en mi espalda.

Un Millón De MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora