No Quiero Perderte.

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Judy y Anna: quizá las dos personas que me han dado una lección en muy poco tiempo, aunque sus miradas de que les había tomado el pelo me estaban haciendo sudar peor que pollo asado. Judy era la única que podía decidir sí matarme o salvarme, la pequeña sonrisa en su rostro me decía que tramaba algo nada bueno.

—No creí que te encontraría en la feria, Anna —mencionó Judy.

—Pues estoy aquí con Markus para pasar la tarde —contestó Anna.

—Oh... Interesante, ¿Pasar la tarde con él, verdad?

Miraba a Judy nervioso, podía lamer la suela de su tení con tal de que no dijera nada ¿Pero qué podía decir en un momento tan dramático?

—Markus, me dejaste esperando. Ya compraste tú
¿Mochila? —insinuó Judy.

—¿Mochila? ¿De  qué mochila hablas? —preguntó Anna.

—No es nada, Anna —contesté de inmediato.

—¿No te lo dijo? Eso es raro que él te oculte algo siendo su novia. Markus y yo teníamos pensado pasar la mañana del día de hoy juntos ¿No es así, Markus?

Con la mirada, le dije que se callara, que ya no siguiera con su sarcasmo, pero le importó poco, ella quería ganar la batalla al sentirse utilizada.

—¿Es una broma, cierto? Markus y yo pasaremos la mañana de hoy juntos cómo ya te dije — contestó Anna.

—Bien... Ya lo veremos. Markus no mencionó nada de eso en lo que va el día —dijo Judy sonriendo.

Anna se sorprendió al escuchar lo que decía Judy, ella me mira confundida, y mis intentos por callar a Judy eran inútiles.

—¿Es verdad lo que dice ella, Markus? —preguntó Anna.

—No exactamente, mi amor — respondí

—¿¡Cómo que no exactamente!? Hasta dijiste que estaríamos en tu casa, solo nosotros dos — contestó Judy.

Me sentía ridículo que Anna escuchará todas esas cosas, la gente de los alrededores de la feria al escucharnos ponían más atención al problema
que nos envolvía.

—¡Markus de qué está hablando esta mujer! —preguntó Anna molesta.

—¿Mujer? Prefiero: Señorita sí no te molesta, Anna. Apenas tengo 17 años y en efecto, es verdad ¿ O lo vas a negar, Markus? —Contestó Judy, mirándome.

—¡Suficiente Rose! Basta ya — grité.

—¿¡Suficiente qué, Markus!? ¿¡Suficiente de tu mentira en la que me envolviste!? ¿¡Trataste de engañarme para pasar la tarde con tu noviescita?  Pues no resultó como querías, mujeriego— contestó Judy, alterada.

mi silencio me estaba delatando. Sin poder decir ni una sola palabra para defenderme

—Narkus ¿Me estás engañando con tú propia prima?—preguntó Anna, desconsolada.

—No Anna. Amor, no te engañaría nunca.

— Ja, Ja, Ja ¿Ah no? ¡Entonces  supongo que no le has dicho a Anna que ayer nos besamos en tu habitación tirados en la cama! — habló Judy, molesta echando más veneno.

—¡Yo no te bese, tú me Besaste!

—Yo te besé, dos veces en diferentes ocasiones ¡Anda, dilo y deja de fingir e ilusionarme! —contestó Judy.

Anna escuchaba y no procesaba lo que oía. Podía ver en su mirada de decepción y desilución de no creer que yo era así. Cada vez era mas gente cercana a la tarima del evento, les gustaba  poner atención a los problemas ajenos, pero eso poco me importaba, solo quería aclarar las cosas.

Media noche 🌃 Mi DilemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora