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Jin estacionó el automóvil de su padre en la orilla de la carretera y se bajó corriendo cuando las ganas de vomitar se hicieron presentes.

Sus manos se apoyaron en sus muslos y vomitó toda la cerveza que había tomado.

Se irguió para limpiarse la boca. Cerró los ojos y se apoyó en la puerta del copiloto y su pecho quemó ante el recuerdo de Jungkook besándolo contra la pared de aquel bar.

Había sido tan excitante que Seokjin había tenido el impulso de meterlo dentro del auto y follarlo o pedir que lo follara... Daba igual, lo único que había querido en ese momento era sentir al menor.

Y se odió por eso.

Él había decidido tener una familia junto a Sungmin. Había aceptado el regalo de su hermana antes de morir y ahora ¿Que mierda estaba haciendo?

Cerró los ojos para aclarar sus ideas y él sabía lo que tenía que hacer de ahí en adelante.

Se metió de nuevo en el automóvil y manejó lentamente hasta su casa.

Un suspiro de alivio salió de su interior al entrar y encontrar la casa completamente vacía.

No estaba seguro de poder hacerle frente a su marido después de aquel beso.

Fue directo a su habitación y se puso su pijama para luego obligarse a dormir. Al otro día tenía otro día en el supermercado y estaba deseando nunca haber puesto un pie en ese lugar.

Rápidamente se quedó dormido sin siquiera enterarse que esa noche su marido no llegó a dormir.



Jungkook frotó sus manos nervioso mientras miraba el plato de Jin vacío dentro de su casillero.

Esa sería una buena excusa para hablar con él rubio.

Mordió su labio cuando lo vio entrar, él no iba a mentir, le había costado quedarse dormido mientras repasaba en su mente una y otra vez el beso que se habían dado. Anhelaba tener esas fuertes manos en su cintura nuevamente, volver a tocar la suave piel de su cuello y sentir esos labios carnosos.

Jin apretó el agarre sobre el tirante de su mochila y suspiró al pararse al lado del castaño.

—Hola —dijo Jungkook mientras tomaba el plato desde su casillero.

El rubio metió su mochila y cerró el locker de golpe, se giró a punto de decirle al menor que se vaya al demonio con su saludo cuando lo vio con su plato limpio y vacío entre sus manos.

—Gracias por el brownie, estaba delicioso, mis papás lo adoraron, de hecho ellos comieron casi todo lo que había en el plato.

Jin tragó y estiró su mano para recibir dicho artículo. Cuando sus manos se tocaron por segundos sintió una leve descarga eléctrica que lo hizo asustarse y pegar un grito.

Jungkook rió pero rápidamente se puso serio al ver al otro sin una emoción en su hermoso rostro.

—De nada, fue por lo que hiciste la semana pasada. Solo por eso Jungkook.

Estaba enojado, Jungkook podía sentir las vibraciones del cuerpo del mayor y eso le gustó.

—No tienes que ponerte así por lo de anoche, tú lo disfrutaste y yo también —se encogió de hombros luciendo despreocupado.

Jin lo tomó de su ropa y lo llevó hasta la salida en donde no había nadie cerca y lo empujó contra la pared.

—Mira mocoso lo que pasó anoche no se puede repetir, no pienses que siquiera me interesa repetirlo. Yo estoy casado y tengo una familia —Seokjin humedeció sus labios y se alejó un poco. Los ojos de Jungkook estaban más brillantes que de costumbre y eso lo descolocó tanto —Aléjate de mí.

Jungkook empuñó sus manos y la rabia subió por todo su cuerpo.

¿Que se creía?

Seokjin se giró para retirarse pero Jungkook no lo dejaría así no más, claro que no. Lo tomó del hombro y ahora él lo empujó contra la pared.

—¿Te quieres engañar? A ti te gustó tanto como a mí, no me veas la cara de idiota.

—Sueltame Jungkook —dijo entre dientes el rubio. Pero el chico tenía fuerza y no le estaba dando más opción que quedarse quieto.

—Lo que sentí anoche entre tus piernas me dejó más que claro que lo disfrutaste tanto como yo ¿Vas a negarlo?

—Sueltame, no eres más que un niño para mí y lo que pasó no fue nada más que una reacción.

—¿Estás seguro?

Jungkook puso su pierna en medio de las del mayor y la movió lentamente haciendo que el rubio perdiera toda conciencia.

El castaño acarició con su nariz el cuello de Jin y su lengua salió a jugar un rato mientras una de sus manos se encontraba sujetando al mayor y la otra se aferraba a su fina cintura.

—Dios, Jungkook no... —Seokjin gimió y ladeó su cabeza para que el menor tuviera mejor acceso de su cuello.

—Hueles tan bien —susurró cerca de sus labios.

Seokjin lo empujó levemente para quitarlo. No estaba seguro si podría negarse, estaba tan deseoso como el menor de probarlo nuevamente.

—Aquí no Jungkook. Por favor —pidió bajando la mano hasta su despierta erección.

Jungkook chasqueo la lengua y dio dos pasos atrás. Entendiendo que el mayor tenía razón.

Lo observó unos segundos, su cabello rubio revuelto, sus labios hinchados porque el mayor no paraba de morderlos.

Jungkook volvió a su posición inicial y cuando Jin pensó que lo besaría; el castaño solo murmuró cerca de sus labios que tanto quería probar —Eres tan jodidamente atractivo, nunca había visto a nadie como tú, nunca. —Jungkook sonrió de lado al ver al mayor con su respiración agitada mordió su labio y se alejó del lugar.

Seokjin botó todo el aire que tenía acumulado y se golpeó en la frente con su mano.

Todo se estaba saliendo de control. Y él no estaba poniendo las barreras que se dijo que pondría entre los dos, más bien estaba dejando que el chico se colara fácilmente en sus pensamientos.

Se arregló su ropa y la notable erección bajo su pantalón y se encaminó a sus labores.



Capítulos cortos que me gustan escribir.

💕

Déjame Amarte ✓(Jinkookjin) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora