Déjame Amarte ✓(Jinkookjin) [Completa]

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Tres días habían pasado desde que había visto por última vez a Jin, sus dedos picaban por llamarlo, le había enviado ese día dos mensajes que no fueron respondidos.

Estaba frustrado.

Tomó su bolso y se lo puso en el hombro, no había podido completar su rutina de ejercicios, sus pensamientos no lo dejaban hacer nada bien. No podía dejar de pensar en el rubio, querer saber lo que pasaba con él lo estaba matando lentamente.

Salió molesto del gimnasio y ni siquiera saludó a su padre cuando se subió a su automóvil.

-Buenas noches Jungkook.

-Hola.

Heechul lo miró de reojo y suspiró. -Hoy iremos por el regalo de Alex ¿Me vas a ayudar a escogerlo?

-Ajá -el menor miró hacia la ventana sin tener reales ganas de conversar con su padre.

Pronto llegaron al centro comercial y Heechul guió a su hijo hasta una tienda de ropa de lujo.

-Hay una camisa que le gustó de esta tienda, pero no recuerdo cual es.

Jungkook miró la tienda buscando el área de las camisas, pero no vio nada por lo que se acercó hasta el vendedor. No quería pasar la tarde en aquella tienda viendo a su padre tratar de adivinar que era lo que le gustaba a su papá. Era frustrante que no conociera los gustos de su propio marido.

Poco romántico.

-Hola buenas tardes -miró al vendedor -quiero ver las camisas.

-Buenas tardes -le sonrió el hombre -¿Alguna en especial? ¿Tela? ¿Colores? ¿Marca?

-¿Paul Smith?

-Por supuesto. Pase por aquí.

El tipo fue agradable en demasía y como no, si una camisa de Paul Smith costaba muchísimo dinero, el vendedor iba a ganar una buena comisión por la venta ya que eran muy exclusivas y esa tienda en particular era la única que la traía en la ciudad. O por lo menos eso era lo que había escuchado Jungkook de boca de su papá Alexander.

Jungkook buscó a su padre con la mirada y sonrió cuando lo vio tratando de escoger un bolso de cuero. Realmente el hombre era un desastre si de detalles de trataba y esos eran los únicos momentos en que el menor podía ver a su padre como el ser humano que era. No ese hombre terriblemente serio que tenía todo bajo control.

El vendedor tosió para llamar la atención del castaño. Jungkook volteó a verlo y este le mostró un catálogo bastante fino.

-Esta es la última colección y hay varias novedades ¿Que estilo busca? ¿Es para usted?

Jungkook rió -No, es para mi papá.

El vendedor alzó la mirada buscando al hombre que revisaba ahora unas costosas billeteras.

-Para él no. Es para mí otro papá. -Jungkook no dejó de sonreír, a veces cuando decía que tenía dos padres las personas parecían sufrir parálisis facial y luego, cuando la información se asentaba en sus mentes lo miraban con tristeza, como si ser criado por dos hombres homosexuales fuera lo peor del mundo.

-¡Perfecto! ¿Cuál es la talla del caballero? -el vendedor le sonrió sin mostrar sus dientes.

-Um. Iré a buscar ayuda ¿Si?

El vendedor hizo una casi imperceptible mueca pero Jungkook se todas formas la vio.

-La compraremos, no te preocupes.

-Yo... Lo siento es que... -el vendedor suspiró y miró hacia sus costado para corroborar que nadie fuera a escuchar lo que diría -necesito la comisión... No muchas personas pueden pagar por esas camisas.