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El día estaba soleado, pequeñas nubes aparecían de pronto pero no llegaban a tapar el sol que a esa hora bañaba la ciudad.

Jin acomodó la gorra de Hobi y tomó su mano para salir del jardín infantil. Fuera de este Jungkook los estaba esperando apoyado sobre su automóvil con una enorme sonrisa en el rostro.

Lentes de sol, camiseta ancha negra, un pantalón corto verde olivo o eso pudo apreciar Jin cuando se iba acercando al menor. El cabello de Jungkook estaba alborotado en ondas preciosas.

Jin quería comerlo a besos.

Jungkook peinó su cabello con sus dedos y se agachó cuando Jin y Hobi se pararon frente a él.

—Hola Hobi.

—Biien.

Jin rió —Aprendió a decir eso, sin que le preguntes como esté, siempre te va a decir bien.

El castaño sonrió y acarició la mejilla abultada del pequeño. Luego se irguió y sus manos picaron por tomar a Jin de la cintura y juntar sus bocas. Había pasado un día desde que ellos se habían visto, desde que habían vuelto a estar juntos y Jungkook sentía que lo extrañaba como un loco cada hora que pasaba sin él.

—¿Dónde quieren ir? —el castaño abrió la puerta trasera y Jin sonrió enternecido al ver una silla de auto anclada en el asiento trasero.

—Es justa para su peso, edad y todo eso ¿Te gusta el color? No sabía si te gustaría.

Jin todavía tenía a Hobi de la mano, por lo que pudo dejar un beso en sus labios en agradecimiento sin preocuparse de que el pequeño escape —Gracias por pensar en él.

Jungkook quedó medio atontado por ese repentino acto y luego sonrió ampliamente mostrando todos sus dientes —compré unos juguetes también por si se aburre.

El rubio sintió un enorme nudo en su garganta y se obligó a no llorar, pero lo que estaba haciendo Jungkook lo destrozaba y lo volvía a armar. El amor que podía ver en sus ojos, la aceptación de sus decisiones pasadas, porque Jin tenía una vida muy diferente a cualquier hombre de 28 años y estaba al tanto que Jungkook era tan joven a su lado, tan carente de algunas experiencias, pero sin duda alguna Jungkook lo amaba. Lo podía ver en sus acciones, en su preocupación, en su aceptación completa a su vida, en su aceptación a su hijo.

—¿Estás bien? —Jin no se había dado cuenta en que momento Hobi ya no estaba a su lado, sino que ahora sonreía mientras observaba los amarres de su silla de auto.

—Si, estoy bien —una sonrisa genuina se dibujó en sus labios.

Jungkook se quitó las gafas y se acercó un paso hacia él, sabía que no era el mejor lugar para demostrar su amor, pero al parecer Jin estaba procesando de algún modo lo que estaba pasando y él necesitaba que se enfocara en ellos.

—Sé que quizá me apresuré con la silla y todo eso, pero si vamos a salir con él, es necesario que esté seguro...

Jin lo tomó de la camiseta y le estampó el beso que había querido darle desde que lo vio apoyado en su vehículo. Sus lenguas se encontraron de inmediato y cuando Jungkook jadeó en su boca fue que el mayor lo dejó ir.

—Lo siento, tenía tantas ganas de besarte —Jin acomodó su gorra rosada y miró hacia otro lado avergonzado.

—Mejor vamos antes que los otros papás pongan una queja en tu contra —Jungkook cerró la puerta de Hobi y rodeó el automóvil para subirse.

El rubio, que ya estaba dentro de este se abrochó el cinturón. Jungkook lo imitó y prontamente estaban saliendo rumbo a la sorpresa que Jungkook tenía para ellos.

Déjame Amarte ✓(Jinkookjin) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora