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—¿Ahora está derecho?

Jin lamió sus labios mientras observaba a su novio que ya llevaba un bien rato sosteniendo un cuadro en lo alto de la pared de la sala. La verdad era que el cuadro estaba bien desde hace minutos, pero Jin se estaba deleitando con ese pequeño pero bien formado trasero que tenía frente a él.

—Creo que... Un poco más abajo estaría bien —dijo sonriendo sin que Jungkook se diera cuenta de sus verdaderas intenciones.

—Me duelen los brazos Jinnie.

Jin volvió a lamer sus labios y su mano bajó hasta su entrepierna. Se masajeó mientras se imaginaba a Jungkook abierto para él mientras lo penetraba en medio de la sala de lo que sería la casa que iban a compartir.

—¿Jinnie? —Jungkook giró su cabeza para ver donde estaba su novio y porque estaba este tan callado. Pero no alcanzó a hacer mucho cuando sintió sus manos en la cinturilla de su apretado pantalón.

—Quítate la ropa Kookie —pidió con tono sexy.

—¿Qué? —Jungkook trató de bajarse de la banca pero el mayor se lo impidió.

Jin pasó sus manos por delante y abrió el botón, luego bajó la cremallera y tiró del ajustado pantalón hasta dejarlo en los tobillos ajenos.

Jungkook jadeó en sorpresa aún con el cuadro en la mano. Pronto lo bajó para no dañarlo y lo dejó sobre la chimenea que estaba a un lado.

Sintió la lengua caliente de su novio en la parte baja de su espalda y su pulso se aceleró.

Llevaban una semana yendo a la nueva casa para arreglarla, mucho no había que hacer la verdad, esta estaba en excelentes condiciones, tenía tres dormitorios, dos baños, una amplia sala y un comedor de buenas proporciones. La cocina era lo mejor que tenía la casa, azulejos en las paredes y pisos era lo bastante grande para que cuando Hobi sea un poco más grande pudieran cocinar los tres.

Eso había dicho Jungkook y Jin estuvo muy de acuerdo.

Jungkook gimió y apoyó sus manos en la pared mientras Jin lamía y chupaba su entrada. Su mano se fue a su entrepierna y comenzó a frotarse desesperadamente.

Si, desesperadamente porque ellos no habían tenido intimidad en un par de semanas y Jungkook estaba algo ansioso por sentir la polla de su hermoso novio dentro de él.

Jin ayudó a bajar al menor de la altura en donde estaba y aterrizaron en el sofá que temprano habían llevado.

La espalda del castaño se arqueó mientras el ahora azabache lamía toda su extensión haciéndolo gemir alto. Sus manos se fueron a sus oscuros cabellos y enredó sus dedos ahí para enterrar su polla en esa deliciosa boca.

Jin gimió y se lo llevó hasta el fondo de su garganta, cuando ya no pudo aguantar más y las arcadas se hicieron presente se lo quitó de la boca.

—Mierda amor, siempre tan bueno —Jubgkook se llevó su mano a la boca y se la tapó porque no paraba de gemir y no quería que sus vecinos escucharan, era temprano, domingo por la mañana para ser más específico.

La lengua del azabache barrió por sus bolas y luego por la dura extensión.

Esa semana había sido muy agotadora para el universitario, Jungkook había tenido los exámenes finales y había estado estudiando mucho, por lo que Jin quería darle un momento de tranquilidad y ya tenía un buen panorama para ese día domingo.

Jin lo chupó y lamió hasta que Jungkook ya no pudo aguantar y se corrió por toda su boca. Se tragó su esencia mientras miraba a su novio con los brazos caídos, completamente satisfecho. Luego se acomodó de lado en el sofá y Jungkook le dio la espalda. Jin lo abrazó por la cintura y se pegó a su caliente cuerpo. Besó su cuello y luego se acomodó y cerró los ojos un momento.

Déjame Amarte ✓(Jinkookjin) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora