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Jungkook giró la llave y prontamente estaban pasando por el vestíbulo de la bella propiedad de los Jeon. Una de las cinco que tenían por toda la ciudad. Ese departamento en particular lo tenían desocupado para Jungkook, por petición de Alexander Heechul lo había dejado libre para que su hijo tuviera un lugar en donde estudiar tranquilamente o hacer algún tipo de fiesta pequeña con sus amigos.

Pero Jungkook ocupaba ese lugar solo para follar. Ahí había llevado a todas las chicas con las que había dormido los últimos años y ahí mismo es en donde ahora llevaba a Jin.

El rubio miró el lugar bastante asombrado, estaba seguro que la sala del departamento era del porte de su casa. Observó los hermosos cuadros y la iluminación tenue que le daba un aire más acogedor a la propiedad.

Jungkook movía sus manos nerviosamente. Caminó por la sala y dejó sus llaves sobre la mesa de centro. Aclaró su garganta, estaba tan nervioso de lo que fuera a pasar con el mayor que apenas podía juntar las frases en su cabeza.

—¿Quieres tomar algo? —Jin lo miró y Jungkook parpadeó ante la imagen del hermoso rubio frente a él.

—¿Podría ser whisky?

—Claro, aquí hay de todo. La mayoría de las botellas están cerradas.

—¿No traes a tus amigos aquí?

Jungkook negó mientras caminaba hasta el bar —Trato de ir a sus casas, ellos podrían sentirse incómodos por el estilo de vida que llevamos con mis papás. No me gusta incomodarlos.

—¿Ha pasado?

—Más de lo que crees... Jiminie va a mi casa siempre y Nam algunas veces... Aquí no han venido.

Jin se acercó hasta el menor y se paró justo detrás de él, le puso las manos en la cintura y le habló directo al oído —¿Entonces a quien traes aquí Jungkook?

Jungkook sintió sus piernas débiles y ladeó la cabeza para que el mayor besara la piel expuesta.

—Aquí he traído a un incontable número de chicas.

Jin reparó en eso un segundo.

—¿Has estado alguna vez con un hombre?

—Sí, una vez. Pero no salió bien.

Jin apretó el agarre en la estrecha cintura que estaba a su disposición —Yo no te haré daño.

—¿Estás seguro de eso? —Jin arrugó su ceño. No parecía que estuvieran hablando de lo mismo, se acercó un poco más hasta chocar su erección contra el firme culo de Jungkook.

—¿Dónde está la habitación?

Jungkook tomó los vasos y se giró, tomó el labio inferior del mayor y lo chupó hasta que escuchó un jadeo ahogado de parte del rubio, dio un paso atrás para luego caminar hasta uno de los pasillos del enorme lugar.

La habitación así como el resto del departamento era enorme. O quizá Jin lo veía así porque comparaba su realidad con la del menor. La cama estaba en el centro y era más grande que una cama matrimonial común. La decoración era minimalista y Jin se encontró amando cada espacio del lugar.

Jungkook lo observó en silencio mientras buscaba en los cajones de su armario una botella de lubricante y los condones.

El rubio se sentó en la cama y Jungkook lo hizo también.

Jin tenía tantas ganas de preguntar sobre su vida a Jungkook pero nuevamente se vio embelesado por la belleza de este y las preguntas quedaron en segundo plano. Sus ojos estaban oscuros pero tan malditamente brillantes que Jin solo quería besarlo y tocarlo por siempre.

Déjame Amarte ✓(Jinkookjin) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora