Él se desperezó y giró sobre su cama mientras bostezaba rebuscando el celular entre las almohadas. Abrió los ojos cuando lo tuvo en la mano y apagó la alarma. Se sentó en la cama y se quedó allí con los ojos entrecerrados mientras su cerebro despertaba de su ensoñamiento. Abrió los ojos cuando sintió la luz del Sol filtrándose por las cortinas de la ventana. Se levantó arrastrando los pies hasta éstas y las corrió para descubrir un sábado digno de ser el primer día de la Primavera.
Se dio una ducha rápida y cuando salió envuelto en una toalla, respondió el mensaje de Agustín que confirmaba la reserva de la noche para despedir su soltería y él le respondió con un simple emoji de pulgar hacia arriba.
Buscó la conversación de ella y la vio con el último mensaje que ella le había enviado dos semanas antes: "Por favor no me llames más".
Desde que había desaparecido después de la fiesta de Stoessel no habían vuelto a hablar. Al día siguiente Juan Pablo y Guillermo les comunicaron en una cena que la unión por civil ya tenía fecha y sería el 22 de Septiembre. Paula saltó en su silla emocionada y se colgó a su cuello. Él palideció y se quedó quieto mirando seriamente a su padre. Cuando los Reca se fueron de su casa, él salió al jardín y vomitó. Se desajustó la corbata y se sentó en un escalón de la pequeña escalinata que unía el desnivel del jardín. La llamó y esperó todos los tonos hasta que escuchó el buzón de voz."Te necesito Lali". Él se lo había suplicado pero ella a él también. Y él no había cumplido. Le había pedido que dejara de buscarla, que dejara de insistirle. Había ido a buscarla al atelier pero no llegó a la oficina porque Eugenia lo interceptó y con una mirada le dijo todo. Había intentado hablar con ella y hasta había querido acercarse a su casa pero no lo hizo para no involucrar a los padres de Lali que tan bien lo habían tratado unas semanas atrás. Suspiró y miró por la ventana hacia el jardín. Allí descubrió a su madre leyendo un libro bajo la sombra de un árbol. Se cambió rápidamente y fue hacia ella luego de pedirle el desayuno a una empleada de sus padres.
–Buenos días, mamá.
La rubia lo miró y sonrió luciendo su blanca dentadura.
–Hola, Peter. ¡Qué lindo volver a verte por acá!
–Le pedí a Laura que preparara el desayuno para ambos –la mujer asintió sonriente y dejó su libro a un lado cuando lo vio sentarse a su lado–. Mamá, acerca de mis desapariciones por casa... estoy tratando de evitar a Juan Pablo.
–No es nada nuevo, Peter. Lo sé, es solo que extraño tener nuestros momentos, ¿sabes? Hasta lo extraño a Agustín.
–Yo también te extraño, mamá... Y Agus me acaba de avisar que a la noche tengo mi despedida de soltero –dijo con falso entusiasmo y se recostó sobre el respaldo del sillón de hierro.
–¿Cómo estás?
–¿Sinceramente? –ella asintió–. Estoy enamorado de una mujer que no es mi prometida.
–¿Estás enamorado? –sonrió enternecida y él asintió avergonzado–. Es la primera vez que te escucho decir algo así respecto a alguien.
–Y me pasa cuando estoy obligado a casarme con otra.
–Peter, así como tu padre te ha insistido para que te cases con Paula, lo hemos hecho todos –él la miró confundido–. Cuando Juan pidió por mi mano a mi padre yo quise salir corriendo.
–¿No elegiste casarte con Juan Pablo? –ella negó–. Nunca me lo dijiste.
–Contarle a un hijo que sus padres tienen un matrimonio arreglado no es algo que me enorgullezca.
–¿Por qué te casaste?
–Porque el matrimonio como institución existe desde mucho antes de que el amor sea un condimento de él –suspiró–. Peter, cuando yo te dije que pensaras en tu familia me di cuenta de que eso fue lo que hizo mi madre para convencerme. Los matrimonios en nuestra clase son arreglos entre familias, uniones basadas en la conveniencia y los negocios; no importa quién sale perjudicado, importa el beneficio para ambas familias. Los que llevan a cabo el peor papel son los solteros destinados a unirse en sagrado matrimonio con alguien a quien no aman, ni conocen.
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AMOR ENTRE COSTURAS
Фанфик"Las mujeres distinguimos perfectamente cuándo un hombre nos mira con interés y cuándo, sin embargo, lo hace como el que ve un mueble." María Dueñas