Enamorado de una Fujoshi

El monstruo y su gigoló

Avisoooo!! En este capitulo hay lemon!! Es cortito, no esperéis maravillas ya que es el primero que escribo...
Gracias^^

Desde aquel día en el que Hiro, Kioko, Kou y yo nos juntamos en casa de Kioko, para hacer en plan contra Arashi, todos estamos deseando que vuelva al colegio.

Sabemos que querrá meterse con Kioko, pero si seguimos el plan que preparamos... No será ella la que sufra, de hecho será la que mejor se lo pasará.

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Por fin, después de tres semanas de espera, Arashi ha aparecido. Estamos en la salida del colegio. En la puerta vemos a Arashi y a dos amigos suyos, los dos con cara de querer pegar a todo el que se ponga delante.

Los cuatro nos acercamos a ellos tres. Estamos seguros de nosotros mismos y tenemos muchas ganas de poner en marcha nuestro plan, así que no tenemos ningún miedo. Incluso Kioko esta mas animada de lo normal... Que ya es decir.

Arashi nos hace un gesto para que le sigamos. Suponíamos que haría algo así. Si su idea es pegar a Kioko dudo que quiera hacerlo en un sitio público, así que nos llevará a algún lugar apartado.

Cuando llegamos a un callejón, bastante alejado del colegio y lo suficientemente oscuro como para no ver lo que hay mas allá de tres metros, Arashi comienza a hablar.

—Os he traído aquí, para que nadie vea la paliza que os vamos a dar. Kioko eres el objetivo de esto. Si aprecias a tus amigos, diles que se vayan. Si no, les pegaremos también a ellos y te odiarán toda tu vida, si no te odian ya.

Todo va según lo previsto.

Kioko se adelanta y se gira hacia nosotros.

—Chicos, esto es cosa mía. Gracias. Os quiero mucho.

Arashi sonríe con una asquerosa superioridad. Nosotros los alejamos dejándola sola. Pero no tardaremos en volver.

Narra Kioko

Los chicos ya se han ido. Ahora todo depende de mi capacidad para soportar el dolor.

—Vamos, empieza, pégame. No vas a cambiar nada.

—No me lo digas dos veces.

Acto seguido recibo una bofetada tan fuerte que caigo al suelo. Estando en el suelo Arashi pone su pie en mi estómago haciendo que para mi sea imposible moverme.

Sus dos amigos se acerca y empiezan a darme patadas, e incluso puñetazos, por la cara, el estómago, los brazos y las piernas.

Intento protegerme como puedo, pero son tres y bastante fuertes. No tengo escapatoria.

Despues de un vien rato, cuando ven que ya fluye sangre fuera de mi cuerpo, por heridas que me han hecho, parecen estar satisfechos,  y dan un paso hacia atrás.

Esto era lo que estaba esperando.

—¿Estáis cansados verdad? Habéis estado pegandome un buen rato, es normal. Suponía que serías así de idiota, Arashi. Si me hubiérais pegado por turnos y menos impulsivamente, ahora no estarías tan cansados y podríais defenderos, pero parece que no podréis.

Sin darles tiempo a reaccionar, de sus espaldas salen Kou, Hiro y Daiki. Cada uno va a por uno de los tres. Como han gastado toda su fuerza en mi, no son capaces de defenderse y podemos poner el plan en marcha.