Dedicado a: __white__
Gracias por toda la buena onda! Besitos 💜
-¿Porque no lo llevamos al hospital? - Se quejó Allison.
A pesar de los ruegos de la azabache por ir a pedir ayuda a otro sitio, Número Cinco se había negado rotundamente. Por lo tanto decidieron llevarlo a la Academia. Número Tres y Diego tenían al ojiverde entre sus brazos, mientras la muchachita sostenía fuertemente la mano del chico.
-Un niño con una herida de bala levantaría sospechas- Hablo el jovencito con la voz áspera por el dolor.
-Shh- Lo calló su gemela.
- Si, igual que el altar homicida en el ático de Harold Jenkins- Justificó la morena.
Acostaron al quinto en el sofá de la sala. Número Cuatro se arrodilló a un lado de él, acariciando su cabello para calmarlo.
-Sigue perdiendo mucha sangre- Se alarmó la niña.
-Si, ¿Que hacemos?- Preguntó Ally.
-Quitemos las esquirlas- Recomendó el lanzador de cuchillos, pero su mirada se desvío hacían las escaleras de la mansión.
-¿Diego?- Lo llamó la muchachita al ver los ojos del latino perderse por un segundo.
Este no respondió, simplemente caminó hacia adelante, perdiéndose en la obscuridad del gran edificio.
-Vas a estar bien, ¿Okey?- Dijo la chica, besó la frente del de orbes selva.
-Siento haberte dicho todo aquello- Se disculpó el muchacho.
-Shh, no hables ahora. Pierdes energía- Aconsejó.
-Si esto fue lo último que vió Ben antes de morir; dejame decirte que es un maldito afortunado- Bromeó el chico, aunque por un lado lo decía sinceramente.
La chica rió amargamente.
-Me gusta verte así, felíz- Confesó.
-No estoy felíz. Yo diría, asustada- Susurró.
-Si muero ahora,¿Me besaría por última vez?- Preguntó el muchacho.
Sintió sus labios humedecerse, ser apretados por las mismas nubes, esa suavidad y dulzura que solo podían ser aportadas por Número Cuatro.
-Si- Dijo ella después de aquel corto beso. Ambos sonrieron sin mostrar los dientes.
-Te amo, y no quiero irme sin decirlo. No quiero morí sabiendo que lo último que hice fue discutir con la persona que más amo en el universo- Se quejó por el dolor.
- Quiero que me disculpes y que sepas que si pudiera viajar en el tiempo sin cagarla volvería para decirte que no quiero estar lejos de tí, que no puedo...- Suspiró pesado y sus ojos se cerraron.
-Mierda, Allison- Llamó la ojiazul a su hermana en busca de ayuda.
Y en ese instante, Madre apareció en la escena, salvando una vez más el día.
Entre los cuatro llevaron a Número Cinco a su cama, mamá quitó la bala, lo suturó, y sanó perfectamente su herida.
Número Cuatro se marchó al baño, para ducharse. Se desnudó, desamarró su cabello, quitó sus anillos y el estuche de pistola que tenía en la pierna, el cual estaba vacío y además del que llevaba en el torzo, este poseía un arma de fuego perfectamente cargada.
Lleno la bañera de agua tibia y aplicó burbujas, introdujo poco a poco su cuerpo hasta quedar sentada, la mitad de su cabello se mojó.
Los recuerdos, la culpa, los malos momentos, los buenos, las palabras, las acciones, las miradas, las caricias, las horas, los minutos, los segundos; sus ojos, sonrisa, pecas, hoyuelos, cabello. El brillo, la luz, el tiempo; todo, la atormentó.
Y después de muchos años, volvió a llorar como nunca, con la mano en el estómago, haciendo presión y una mano en la boca para acallar los zollosos y lamentos que nacían de su garganta. Se hundió en la bañera, se cabello término de mojarse, salió, tomó aire entrecortadamente.
Se colocó el uniforme de la Academia y ropa interior de aquellos tiempos, ya que nada de lo que habían traído le quedaba.
Se teletransportó donde estaba Número Cinco, tomó papel y la lápiz y mientras lo observaba escribió.
Amado Número Cinco:
Amo tus pecas. Tus ojos y ojeras. Amo la forma que tienes de irte, y de mirarme como si me matases, antes de cerrar la puerta. He bailado contigo, he llovido a tu lado. Me he acostumbrado a que nunca me acostumbres del todo, por ser cada día distinto, sin ser otro.
Cuando sonríes, aún me pellizco en secreto, para ver si estoy en algún sueño. Y al final, entendí que no hay suficiente poesía en el mundo para hablar de tí.
Que tu formas parte apenas de un instante que dura un segundo y que ocurre constantemente.
Eres inexplicable, como casi todo lo que nos hace felices. Vas y vienes. Te paras y ríes. Me pides un beso. Duermes con la boca abierta, me cojes la mano y aprietas con fuerza. Una vez me dijiste "Los finales felices solo son para aquellas personas tan tristes que son incapaces de disfrutar la historia". Porque lo importante es el camino, claro. Las visitas, el cielo azul, el olor a calle después de una tormenta.
Tu espalda, abdomen, rodillas, tu barbilla. Tus ojos verdes como la mitad de la selva. Tus besos con lengua. Tus besos. Tu lengua.
Cuando a veces estas nervioso y se te nota en los ojos, entonces me acercó y te digo que estoy ahí, contigo. Que estoy en cualquier parte a tu lado. Que estamos en esta mierda, juntos. Levantas la mirada y al verme, te brilla. Te juro. Te prometo que lo bonito del amor no es amar las cicatrices del otro, si no, que el otro te ayude a amar las tuyas.
Con todo su corazón.
Número Cuatro---
❁❁❁❁
Les quiero ♡
Ash
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"Go Back ☾" Number Five ·FanFic·
Hayran Kurgu-тαηтσ тιємρσ тє нє єѕρєяα∂σ у ¢υαη∂σ яєgяєѕαѕ тєηємσѕ qυє ∂є∂ι¢αя ηυєѕтяσ тιємρσ α ℓσѕ ∂ємαѕ- ✧･ﾟ: *✧･ﾟ:*✧･ﾟ: *✧･ﾟ:*✧･ﾟ: *✧･ﾟ:*✧･ﾟ: *✧･ Ⓕⓐⓝⓕⓘⓒ ◆Ⓝⓤⓜⓑⓔⓡ Ⓕⓘⓥⓔ◆ ...
