7) Deseo

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Cuando el partido terminó y todos festejaron la victoria, Taehyung secó el sudor de su frente con su camiseta y luego buscó entre la tribuna llena de gente a su hermano. 

Sin embargo éste ya había bajado, y estaba a los abrazos con Jackson. El estómago se le revolvió al verlos, aunque creyó que tal vez era por el cansancio del juego. Dos semanas habían pasado desde que su amigo y su hermano estaban saliendo y si se suponía que el tiempo debería hacerlo más fácil de digerir, no estaba funcionando. Verlos juntos para él cada vez era más doloroso y le desesperaba no entender por qué. 

¿Por qué se sentía tan posesivo con su hermano? Taehyung odiaba sentirse así.

- Estuviste genial! - su padre Jimin se acercó y le felicitó por el juego. 

- Sí, jugaste muy bien, Tae. -añadió Yoongi. 

- Gracias. - respondió no muy animado. Ganar aquel partido le daba completamente igual. No había estado muy enfocado últimamente en el deporte. 

Volvió a mirar en la dirección de Jackson y Jungkook. Estaban sonriéndose y hablándose muy cercanamente. Luego voltearon y se dirigieron juntos hacia la salida. 

- Jungkook! - le gritó Yoongi a su hijo menor al ver que se alejaba. A él tampoco le agradaba mucho la idea de que el pelinegro saliera con otro aunque estaba intentando procesarlo. Jimin le pegó y le detuvo de ir tras él. 

- Oye, ¿qué hablamos? - le regañó el rubio - Dale a tu hijo su espacio. 

- ¿Pero es que va a felicitar a su noviecito y a su hermano no? - se quejó. 

- No son novios. - aclaró rápidamente Taehyung - Y no importa. Luego nos vemos en casa, ¿qué diferencia hay? Me voy a cambiar. Nos vemos allá más tarde. 

Estaba bien si Jungkook no se acercaba. En eso habían quedado ¿o no? En tomar distancia. Y los dos estaba haciendo el mejor esfuerzo que podían. Sobre todo Jungkook al parecer porque ni siquiera volteó a verlo antes de irse con Jackson. 

Era mejor así para poder olvidar la confusión que hubo entre ellos. Pero ese era el problema. Quizás su hermanito sí estaba olvidando pero el castaño no. A él le estaba costando muchísimo. Se suponía que debía dejar de pensar en lo que hizo con Jungkook aquella noche pero el recuerdo no se iba. Cada vez le obsesionaba un poco más y sentía que se volvía loco. Lo peor era que no podía hablarlo con nadie. Porque ¿a quién le iba a decir? Sus amigos pensarían que era un enfermo. 

No, solo una cosa podría ayudar con eso. Así que se vistió, y en lugar de ir a festejar la victoria con el resto del equipo de basket llamó a una de sus admiradoras para poder pasar un buen rato. Un poco de compañía femenina era bueno para poder olvidar. Por un rato claro, pero algo era algo. 

Él no era así, pero había estado teniendo bastante sexo últimamente. Siempre fue de coquetear y andar a los besos con las chicas que le gustaban pero nada más. A la hora de tener relaciones sexuales era más selectivo, como le había dicho a su hermano, solo lo había hecho un par de veces. 

Pero ahora este conflicto le había empujado a intentar sentir algo nuevo, a probar una cosa tras otra hasta poder volver a sentirse una persona normal. Sin éxito alguno, claro. El sexo siempre terminaba siendo algo vacío, sin sentido para él, porque al final del día solo pensaba en Jungkook. Y no importaba cuantas chicas tocara y besara, nada se le acercaba al fogoso beso u orgasmo que compartió con su hermano aquella noche. 

Cuando volvió a casa, era muy tarde. Sus padres ya se habían ido a dormir. Pasó frente la puerta que daba al cuarto de su hermano y notó que estaba algo entreabierta. Jungkook no estaba. Aún no había regresado. Estaría con Jackson por ahí haciendo quién sabe qué. 

Hermanos - VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora