16「Aquel hombre」

3K 393 109
                                    

Reí mientras Nezuko se lanzaba a mis brazos y acariciaba mi cabeza emocionada. Aunque después cayó en mis brazos cansada.

—Vaya, parece que Nezuko está muy cansada —Reí mientras trataba de despertarla una vez más.

—Algo así —Rio mientras rascaba su mejilla—. Estoy realmente asombrado, Asakusa es enorme y muy brillante ¿No crees Kessho?

—No creo que sea la gran cosa —Respondí brindándole una sonrisa—. Bueno, se podría decir que estoy acostumbrada a estos lugares. Aunque durante dos años estuve algo aislada de la ¿sociedad? Por eso me marea un poco, me siento agentada jaja.

—¿¡Eh?! ¿¡Estas acostumbrada?! ¿¡Cómo es posible eso, Kessho?!

—Oh.

Entonces recordé, que nunca le había contado sobre mi yo del pasado que había sido una niña algo mimada que vivía en Asakusa. Desvié mi mirada tratando de no reír.

—Nada... no es nada... olvídalo, por favor.

El chico frunció el ceño, tomé su mano y lo jalé para alejarlo un poco de la gente pues parecía que se iba a desvanecer en cualquier momento.

—Ah, ahí hay un puesto de comida —Señalé a un hombre calvo que estaba descansando en su carro—. Esos siempre son de los mejores aquí en Asakusa.

—Gracias Kessho... —Murmuró cansado mientras jalaba a Nezuko—. Disculpe... me gustaría ordenar un tazón de yamakake por favor...

El hombre asintió y comenzó a preparar el tazón, Tanjiro se sentó y al lado suyo Nezuko. Los miré enternecida.

Los había extrañado tanto, hacía tiempo que no estábamos los tres juntos. Mis ojos se posaron en la niña, parecía estar durmiendo tan pacíficamente. Me acerqué a ella y me senté a su lado para hacer que posara su cabeza en mis piernas. Acaricie su cabello buscando darle un buen sueño. Estaba tan feliz de volver a verla y saber que estaba bien.

—Kessho, ¿Por qué estás aquí en Asakusa?

—Ah es cierto, no te conté —Reí sin parar de acariciar el cabello de la menor—. Antes de que me encontraras en el bosque, yo hui de mi hogar... Suena algo loco, pero estuve tres días corriendo sin parar...

—Sabía que habías huido de tu casa, pero... ¿estuviste todo ese tiempo corriendo?

—Sí —Asentí—. Antes yo vivía aquí... En Asakusa.

—¿¡Ehhh?!

—No te sorprendas tanto —Mis mejillas se tornaron de un suave rojizo—. No es algo raro ¿O sí?

—¡Claro que lo es! ¿Por qué huiste si vivías en una ciudad tan grande?

—Pues... —Mordí mi mejilla—. Huía de mi padre, vine aquí a buscar algunas pertenencias...

—Vaya... lo siento, Kessho...

—No importa —Negué sonriendo.

—Creí que te habían enviado por la misma razón que yo —Murmuró al mismo tiempo que miraba el cielo.

—¿Ah sí? ¿Cuál?

—Localizaron un demonio aquí. Se está escondiendo entre la gente. Por eso estoy aquí.

—¿eh?

¿Qué? ¿Un demonio en la ciudad? ¿Acaso era posible...?

Tragué en seco, debía ser una broma. Sentí como mis manos comenzaban a temblar y a sudar frío ¿Habían localizado a Muzan tan rápido? ¿Tanjiro se enfrentaría a mi padre?

Crystal world 「Kimetsu no Yaiba」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora