20「La verdad mata」

2.7K 370 71
                                    

Mi respiración era agitada y varias gotas de sudor caían de mi cien. Mis piernas dolían de tanto correr, me había percatado que donde vivía era casi al otro lado donde se escondían Tamayo y Yushiro.

Salté para bajar y caí de rodillas, solté un quejido de dolor, pero me reincorporé rápidamente. No era tiempo para llorar, debía actuar rápido e ir a donde Tanjiro se encontraba.

¡Ese hombre...!

¡Me mantuvo ahí para no ir con Tanjiro...!

Crucé la pared que mantenía oculto el hogar de los demonios, abrí los ojos sorprendida al ver el desastre que había. La hermosa casa estaba destrozada y en el jardín se encontraban Tamayo y Yushiro con Nezuko.

—¡Tamayo-san...!

De una manera extremadamente veloz, una pelota pasó frente mío que chocó contra la pared. Miré a la dirección que había venido, una mujer con seis brazos.

¿seis...?

Mi vista se dirigió a la pequeña demonio, su pierna había sido cortada y no paraba de sangrar.

—¡Kessho-san! —Escuché la voz de Tamayo—. ¡Ve a ayudar a Tanjiro-san! ¡Nosotros trataremos de derrotar a este demonio!

¿Kessho...? —La mujer me miró para luego sonreír de forma arrogante—. ¡Ya veo, la hija del señor! —Me señaló—. Aunque nos dijo que no te hiciéramos daño... ¿Te parecería jugar a la pelota?

Comenzó a reír, me quité la mochila que tenía en la espalda dejándola en el suelo, desenfundé mi espada nuevamente sin expresión alguna.

—Cuando termine con el otro demonio que está con Tanjiro, vendré contigo a acabar con tu asquerosa vida —Respondí.

Ella solo me vio con disgusto, comencé a correr para llegar a la parte trasera de la casa. Y ahí estaba él moviéndose de un lado a otro en el aire.

Mire a mi alrededor y en el suelo se encontraba el cuerpo de un demonio y al lado suyo su cabeza que comenzaba a desintegrarse. Me acerqué a él corriendo y sin que dijera algo la partí en dos.

Los movimientos de ese demonio habían cesado y Tanjiro estaba a punto de caer al suelo, logré atraparlo entre mis brazos.

Jadeaba y le costaba mucho respirar.

—¡Tanjiro...! —No respondía, pero me vio a los ojos, pude ver un poco de alivio.

Toqué su tórax, soltó un grito de dolor.

—Te rompiste las costillas... —Murmuré.

Con cuidado lo deposite en el suelo y le di la espalda para que se suba en esta.

—Tanjiro, debo ir a ayudar a Nezuko. Pero no te dejaré aquí, súbete a mi espalda por favor.

El peliborgoña asintió con dificultad, con su boca tomó el mango de su espada y sus brazos abrazaron mi cuello. Esperé unos segundos y al ver que ya estaba bien acomodado comencé a caminar con cuidado.

Y ahí estaban las dos demonio, luchando una contra la otra. La mayor golpeaba su pelota de temari y la mejor le devolvía el golpe.

Bajé a Tanjiro, dejándolo en el suelo y con mi espada hice un corte en mi brazo, comencé a derramar mi sangre frente a Tanjiro creando una especie de círculo frente a él, de misma manera lo hice cuando me acerqué a Tamayo y Yushiro. Me alejé del mayor para evitar que escuche mis palabras.

Técnica de demonio de sangre... ¡Cristal de sangre!

La sangre que había derramado comenzó a transformarse en brillantes cristales rojos que los protegían. Lo único que podía hacer era protegerlos ahora que estaba aquí.

Crystal world 「Kimetsu no Yaiba」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora