21「Reflejo」

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—Vamos a dejar este lugar —Habló Tamayo minutos después de secarse sus lágrimas y explicarnos su pasado con Yushiro—. Es peligroso quedarnos aquí ya que es un sitio cercano a Kibutsuji, si no nos escondemos rápido podemos estar en grave peligro... También, aunque logremos ocultarnos con algún método, un doctor debe estar en contacto con la gente. Al pasar el tiempo la gente se dará cuenta que soy un demonio, los sentidos de los niños y ancianos es muy agudo.

El peliborgoña asintió con energía.

—Tanjiro-san.

—¡¡Sí!!

—¿Estarías dispuesto a dejar a Nezuko-san, aquí con nosotros?

¿Eh?

—¿Eh?

—Aunque no te aseguro que la mantendremos alejada de daños, es mejor que este con nosotros a que la lleves al campo de batalla.

Tanjiro bajó la mirada, su expresión me decía que comenzaba a dudar de llevar consigo a Nezuko. Actualmente su situación era única y especial, justo como la mía. Sólo que para Nezuko si había alguien que velara por ella y viceversa.

Pero había algo en ellos especial, un lazo fraternal único e inquebrantable. Tanjiro era Nezuko y Nezuko era Tanjiro, estaba segura de que como el mismo peliborgoña lo dijo, Nezuko conservaba conciencia propia y si ella quería lo acompañaría porque así había sido desde el principio.

—Gracias por su oferta, pero... Nosotros continuaremos por este camino juntos. No nos separaremos... Nunca más.

Tamayo sonrió alegre de escuchar esa respuesta tan reconfortante y única.

—Entiendo... Les deseo lo mejor para sus futuras batallas.

Los hermanos asintieron decididos, miré a Yushiro que se había volteado a ver la pared.

—Ahora adiós. Nosotros nos iremos cuando borremos nuestros rastros de aquí, ustedes deberían darse prisa.

—¡Ah sí! Esto... ahora afuera está claro así que... la caja...

Tamayo señaló hacia arriba, el peliborgoña entendió y aun sosteniendo a Nezuko de la mano se dio la vuelta para subir las escaleras.

—Tanjiro —Lo llamó Yushiro—. Tu hermana... es una belleza.

Él soltó una risilla de felicidad, Tamayo me sonrió y luego miró a Tanjiro como si estuviese diciendo que fuera con él. Negué suavemente.

—¡Kessho!

Tanjiro me extendía la mano, Nezuko hacia lo mismo. Su suave y grácil sonrisa era deslumbrante, sus gentiles y brillantes ojos y sus adorables mejillas enrojecidas.

Lo dudé, pero finalmente posé mis manos sobre la de ellos. Ambos me jalaron hacia la salida, pude estar con ellos una vez más como la primera vez.

 Ambos me jalaron hacia la salida, pude estar con ellos una vez más como la primera vez

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Crystal world 「Kimetsu no Yaiba」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora