Jimin sólo tiene 18 años, como es tradición en Busan ha sido comprometido a quién ha logrado pagar el precio de su mano, el problema es que las apariencias engañan y la realidad dista mucho de las ilusiones que el joven omega se hizo.
El encuentro c...
El pequeño omega de 17 años espera a que le indiquen que es la hora, vestido de traje blanco sentado mientras juega con sus manos, el sonido de la puerta lo hace levantarse nervioso y la cara de su madre le da un poco de paz.
-Mi niño, te ves tan hermoso- acaricia su mejilla con pesar. -No estés nervioso, Lee Sooman fue la mejor opción para casarte, sé que todo parece complicado y que estás asustado pero no tienes nada de qué preocuparte, sólo debes ser un buen esposo, servicial y callado, tu propósito es complacer a tu alfa, y él te llenara de amor y atenciones- el pequeño cree en sus palabras, es su madre, ella sabe lo que habla y defiende.
Camino despacio guiado por su madre hasta la mesa donde se encontraba su futuro esposo, uno de los alfas más importantes de Busan, Sooman era reconocido por sus negocios millonarios y su gran influencia en otras ciudades al codearse con alfas del mismo calibre. Su mirada lasciva lo puso nervioso, incluso si no era un hombre feo el joven omega no había tenido acercamiento romántico con ningún alfa.
-Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a este alfa y este omega, si hay alguien presente que se oponga que hable ahora- el silencio hizo proseguir al juez. -Lee Sooman, ¿acepta como esposo a Park Jimin? ¿Promete cuidarlo, respetarlo y cumplir con sus obligaciones como alfa otorgándole la mordida que consuma su lazo ante los ojos de Dios? - el alfa aceptó firmando el documento enfrente de nosotros. -Park Jimin ¿Acepta como esposo a Lee Sooman? ¿Promete cuidarlo, respetarlo y cumplir con sus obligaciones como omega aceptando la mordida que consuma su lazo ante los ojos de Dios?- Murmure mi aceptación y firme el papel en frente de nosotros. -De esta manera, con el poder que la ley me otorga y la mano de Dios me guía los declaro alfa y omega, puede besar al novio- Sooman lo sujetó de la cintura y pegó sus labios a los labios del pequeño omega que se puso tenso y contrajo los labios evitando que la lengua del alfa se introdujera. El gruñido molesto que le dedicó su esposo pasó desapercibido para todos los presentes que vitoreaban la unión de la pareja, pero no para el omega que asustado bajó la mirada y fue arrastrado del brazo saludando a todo el que se acercara a felicitarlos.
-Felicidades Jimin, te llevas el premio grande-
-Que buena suerte tienes Jimin, tienes que ser un omega excepcional, tu alfa lo merece-
-Jimin, tienes que obedecer a tu alfa, él siempre tiene la razón, lo que él quiera, cuando él quiera, como él quiera-
Los comentarios de todas las omegas de la familia aumentaban la presión. Incomodo sonreía y asentía, su ahora esposo mantenía sujeta su mano y dejaba besos en su mejilla y cuello ocasionalmente, no era satisfactorio pero tampoco era tan malo, se sentía adorado y hermoso y eso es lo que un omega debe anhelar y esperar.
-Si me permiten, me llevaré a mi muy apuesto esposo- el tono en que Sooman mencionó aquello hizo sonreír a los invitados incomodándolo aún más.
Siendo llevado en el auto adornado de Sooman llegó a su nueva casa, su madre se había encargado de empacar sus cosas y hacerlas llegar ahí. Su alfa lo levanta y en brazos lo lleva dentro de su nuevo hogar bajándolo en la entrada ambos se quitan los zapatos y Sooman le muestra la casa.
-Esta es nuestra cocina, esta es nuestra sala- se acerca al minibar en la esquina y sirve dos vasos con contenido ámbar entregándoselo.-Por nuestro matrimonio- vacía el contenido de un trago y sirve uno más, mientras Jimin toma la mitad y tose por el ardor que la bebida le provoca en la garganta y como va bajando por su pecho. -Mi lindo, lindo omega- acaricia su mejilla y vaciando un vaso más de un trago lo encamina a la habitación que compartirían. -Esta será la cama donde dormiremos- lo acercó y comenzó a besar sus labios, Jimin aun sin sentirse cómodo pero recordando las palabras de su madre y tías intenta copiar las acciones realizadas por su esposo, abre ligeramente su boca y la lengua del alfa se introduce, el húmedo beso le revuelve el estomago pero se forza a no realizar ningún sonido de desagrado, es arrojado a la cama y Sooman se posiciona entre sus piernas, besando y mordiendo ligeramente su cuello, el pánico comienza a hacerse presente, él nunca había besado y mucho menos había tenido sexo, la manera en la que Sooman acaricia su cuerpo es todo menos placentera y quiere detenerse, ha comenzado a hiperventilar, el mayor le ha dejado su torso desnudo y la forma en la que succiona sus pezones es dolorosa, junto con las horribles mordidas que da en su vientre plano, cuando su pantalón es retirado llega al punto máximo de su ansiedad intentando detener a su esposo.
-No, espere, no estoy listo aún- lo aleja un poco intentando respirar, se siente sofocado y eso lo pone más ansioso.
-Eres mío, puedo tomarte cuando quiera- Sooman se quitó la ropa sin dejar de besar su cuello.
-No por favor, sólo necesito un momento- el alfa forzó un beso y mordiendo el labio inferior del omega hasta sacar sangre lo obligó a abrir la boca, el exceso de saliva hace que Jimin desesperado por respirar se remueva debajo de él y giré la cabeza evitando más besos. El golpe en la mejilla que recibe lo deja helado, nunca nadie lo había golpeado. El estado de shock en el que el acto lo puso hace posible que Sooman vuelva a su tarea de besar y morder su cuello. Jimin quiere defenderse, detener lo que sabe que pasará pero no encuentra el valor ni la fuerza. Sooman se posiciona y murmura palabras dulces que no llega a comprender, es penetrado sin preparación y las lagrimas caen por sus mejillas, intenta relajarse, su madre le advirtió que dolería pero no esperaba que fuera tanto. La cama rechina, el viento crea un sonido lugubre cuando pasa por la ventana y espera ansioso con que el acto termine, quiere llorar, gritar golpear algo, la mordida en su hombro lo saca del lugar seguro en el que había logrado alejarse en su mente y grita, siente la sangre bajar por su brazo y el semen inundar su interior. Su marido se recuesta satisfecho y casi al instante se duerme. Jimin se levanta con esfuerzo, duele moverse, ve la cama y nota la mancha de sangre y semen que ha quedado al levantarse, lleva su mano a su entrada y siente los fluidos en ella. Camina al baño, activa la llave de la tina templando agua caliente, apenas soportable y se adentra en ella. Sumerge su cabeza y grita ahogando el sonido bajo el agua, con una esponja de baño y su jabón de chocolate favorito talla su cuerpo profundizando el rojo que el agua caliente ha provocado y siente morir una parte de él.
Se acuesta al lado de quién debía protegerlo de todo mal y reza porque no vuelva ocurrir lo de esa noche, pero sabe que es en vano, se pertenecen incluso si su alfa no consumó la mordida. Una humillación más al ser un omega recien casado sin marca de apareamiento. "Tal vez sólo quiere esperar un buen momento" se miente y lagrimas silenciosas acompañan su sueño. Por primera vez en 17 años tiene miedo de lo que le depara el mañana.
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¡Oh por Dios! Esto ha quedado más darks de lo que esperaba. Pero me ha emocionado un montón. Perdón si no es lo que esperabas Seul Jimena si le das una oportunidad va a mejorar lo prometo XD
Gracias a quien haya leído.
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