Jimin despertó de la inconsciencia, el dolor en todo su cuerpo le hizo temblar, llagas en sus piernas brazos y abdomen marcaban el suceso la noche anterior, sus recuerdos dudosos, envueltos en una niebla, recordaba la llegada de su esposo, el olor a alcohol y la acusación de irse con otro alfa, el cuerpo pesado penetrando sin cuidado tres veces durante la noche, la promesa de dejarle descendencia a como diera lugar le revolvía el estomago, a poco más de un mes de su boda y sin cuidado alguno la duda de si estaba cerca de ello le rompía el alma. Se levantó con cuidado de no despertar al alfa que no había ido a trabajar, la siempre presente mancha de sangre en la sábana debajo de donde había dormido se burlaba con su inusual tamaño, siendo ligeramente más ancha que en días pasados, camino al baño y revisando como cada mañana el recuento de los daños descendiendo por todo su cuerpo, observó su rostro pálido, un ojo morado, una ceja partida, una mordedura en su labio hinchándolo, bajo a su cuello y observó dos hematomas nuevos y una mordedura en el hombro que casi arrancaba la piel, las lagrimas bajaban hasta su pecho desnudo donde vió más hematomas de mordidas y succiones para llegar a su abdomen con llagas formando lineas diagonales, sus caderas rasguñadas, sus piernas moradas en donde seguramente el cinturón había golpeado durante la noche después de haberse desmayado. Poniéndose una bata fue a preparar el desayuno para su marido, este despertó cuando justo terminaba de preparar y comenzaba a servirlo.
-Prepara tu maleta iremos a un lugar esta tarde- informó su alfa. Jimin desayuno con calma y fue a preparar su maleta mientras su marido se bañaba, sin el alcohol casi parecían un verdadero matrimonio, a excepción del miedo desmesurado que tenía el omega, ese día en particular verse como si nada hubiera pasado era difícil, su entrada dolía al moverse. Sintió a su esposo y tembló de miedo. -¿Porque no has quedado preñado? ¿Tomas algo? Podría matarte por esa humillación- el nudo en su garganta se solidificaba impidiendo hablar.
-Nunca he tomado nada, ni siquiera supresores, mamá me encerraba durante mi celo, tal vez ya lo estoy y simplemente no sabemos aún- habló tan fuerte como el miedo y el nudo en su garganta le permitieron.
-Eso espero- sintió la media erección de su marido rozando su trasero, el timbre de su casa sonó haciendo gruñir a su marido. -Bañate y termina de empacar, empaca todos tus cachibaches- sin más respuesta salió y el omega cayó de rodillas, gateando llegó hasta el mueble donde tenía sus fotos y pocas joyas y las empacó también, escuchaba el murmullo fuera de su habitación y el olor de otro alfa lo motivó a levantarse y bañarse, se preguntaba si su marido sería tan enfermo como para pensar en compartirlo.
Una vez limpio y con todas sus pertenencias en su maleta espero el auto que los llevaría al lugar del que su marido aún no hablaba, el trayecto de hora y media fue una lenta tortura para su cuerpo, logró ver los letreros que llevaban a Ulsan y se preguntó porque irían a vacacionar ahí justo a mitad del año y un mes después de su boda, ¿tal vez una luna de miel tardía?
-Hemos llegado señor Lee, el señor Min y el señor Lim los esperan- los guió deteniéndose en una habitación al azar según el omega. -Omega Lee, pase por favor en un momento su alfa estará acompañándolo- Jimin entró la habitación aunque poco iluminada era linda y acogedora, decidió no sentarse en el sofá de cuero en ésta, un balcón mostraba el enorme jardín del alfa Lim y la fuente ligeramente iluminada que danzaba, se mantuvo en este observando las estrellas, la luna en cuarto menguante iluminaba el término del jardín, el aire frío de la noche comenzaba a calar en sus huesos, pero por primera vez en su vida era un dolor bien recibido, uno que le demostraba que estaba vivo, escuchó la puerta abrirse y se giró viendo la silueta de un hombre un poco más alto que él, un delicioso olor que le era familiar y finalmente el hermoso rostro que lo había hecho sentirse tan cómodo en la fiesta a la que había recientemente asistido.
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STOLEN INNOCENCE 🔞 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷
FanfictionJimin sólo tiene 18 años, como es tradición en Busan ha sido comprometido a quién ha logrado pagar el precio de su mano, el problema es que las apariencias engañan y la realidad dista mucho de las ilusiones que el joven omega se hizo. El encuentro c...