C.5

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¿Por que debía ser así?, ¿por que no podía tener la libertad de escoger el camino de mi vida?, es decir, no me arrepiento de ser fiel a Atenea ni el camino que tomé, pero ¿por que no podía tener las mismas libertades y derechos que un varón?.

Mi padre y hermanas llegaron a tiempo para la cena, entonces los salude y les serví a todos para comenzar a cenar. Ellos siempre hablaban de la cantidad de humanos que asustaron, que ahuyentaron, incluso los condenados. A Esteno le gustaba comer gente, a quienes los Dioses condenaban. Por otro lado Euríale era más maternal, de hecho era de mis hermanas la que mas me protegía y cuidaba.

A mi padre le encantaba presumir si Poseidón le otorgaba un puesto nuevo como guardián del mar o si lo reconocía entre sus allegados. Él siempre presumía sobre su popularidad entre los dioses y como conocía a la mayoría de ellos.

-Veo que han tenido entonces un día excelente.- comentaba mi madre a Forcis y mis hermanas.

-Así es... ¿que hay de ti Medusa?, ¿algo interesando pasó al fin?.- dijo burlándose un poco. Mi padre tenía poco respeto por Atenea por el simple hecho de ser mujer.

-No padre, nada interesante el día de hoy.- dije cabizbaja.

-Medusa se vio atraída por un joven.- dijo mi madre y yo solo me sonrojé, no quería que mi padre se enterara pues me resultaría con un gran sermón, la verdad siempre me sermoneaban entonces ya estaba acostumbrada.

-¡¿Que dices?!, ni se te ocurra involucrarte. Tomaste votos, cumple con ellos. Y ¿quien es el joven humano?.- dijo amenazante. Realmente no quería decirle pero mi padre era capaz de interpretar si mentía, por algo tenía el cargo que tenía.

-Percy.- dije y mis hermanas solo se miraron entre si extrañadas.

-Perry, como abreviatura de... ¿Perseo?.- dijo mi hermana Esteno.

-No, no lo sé, no creo.- dije sin entender.

-Mas vale que no.- dijo ella.

-¿Sabes quien es Perseo, Medusa?.- preguntaba mi padre.

-No. Lo siento.- dije sincera.

-Perseo, es el hijo de Poseidón.- es un semi Dios.

-No creo que Percy sea el hijo de Poseidón padre.- dije segura.

-¿A que se dedica el tal Percy?.- dijo Forcis indagando.

-Es pesquero, pero tranquilo padre, nada ocurrirá con él. Es solo un seguidor mas de Atenea.

-Mmm, entonces me queda claro que no ocurrirá nada. Si es un seguidor de Atenea entonces le falta hombría.- dijo mofándose mi padre y sentí una rabia inmensa, pero debía mantenerme callada si no quería que me castigará y peor aun que me golpeara. El último golpe tardo meses en sanar aun cuando Euríale me daba de su sangre para sanar.

-Bien, terminemos de cenar, no quiero escuchar mas sobre ese tal Percy.

MEDUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora