Pensaba demasiado en como decirle a Percy que no podría verlo más. Era incorrecto ponerlo en riesgo con mis padres solo por un capricho mío. Era egoísta utilizar al joven para sentirme mejor cada que salía de mi infernal hogar, necesitaba encontrar otra manera de sentirme a salvo sin tener que poner en peligro al chico.
Caminaba como loca al rededor del templo y decidí salir a los jardines. Solía buscar confort y consuelo en Atenea, pero últimamente no lo encontraba por ningún lugar y mucho menos me nacía buscarla a ella.
Me senté cerca de las flores que había admirado antes con Percy y miré la sencillez de su naturaleza, observé con calma como eran tan bellas y tan fuertes a pesar de ser tan delicadas y sencillas. Pensé de nuevo en las palabras del joven pesquero, me retumbaba la idea de convertirme en mi propia heroína. No me tocaba vivir la misma vida que mi familia, pero confiaba en que era por alguna razón el ser diferente.
-¿Que haces ahí cariño?.- Se acercaba una anciana a mi lado.
No me había percatado del tiempo transcurrido, hasta que la señora me sacó de mi trance.
-Oh, yo.... solo....
-Tranquila cielo, no quise asustarte.
Negué con la cabeza un poco sonrojada por la vergüenza de mi tartamudez.
-No, lo siento. Es solo qué estaba muy concentrada en mis pensamientos...
Le dije mientras bajaba la mirada de nuevo a las flores.
-Muy bellas, ¿cierto?
-Si, lo son.
-Como tú.
Miré con las mejillas sonrojadas a la señora quien tomó mi rostro en una cálida y amable caricia para sonreír de la manera más tierna que pudiera existir. Acto que me hizo sentir una pequeña niña indefensa.
-¿Que es lo que te aflige pequeña?, tienes el semblante más triste que he visto...
Suspire y por alguna razón sentí unas inmensas ganas de llorar pero no permitiría que saliera lágrima alguna.
-Querida... llorar es la manera mas efectiva de deshacernos del dolor. Llorar es de humanos.
Humanos, claro... yo era humana, la rara de mi familia.
-No es nada, no hay de que preocuparse, es solo... el cansancio quizá. No he dormido bien y...
La anciana negó con la cabeza y una leve sonrisa consoladora apareció en su rostro.
-Yo sé lo que aquí guardas.
Dijo poniendo su cálida y suave mano sobre mi pecho, donde mi latente corazón debía ubicarse.
-No reprimas tus emociones. Serás siempre prisionera de lo contrario.
Dijo para luego sin mas darse media vuelta y caminar lejos de mi.
Lo medité unos segundos y corrí tras la anciana pero ya se había esfumado. Como si se hubiera evaporado en el viento.
-Hola...
Reconocí la voz. Aquella que al sonar me erizó la piel desde la punta del pie hasta el último cabello de mi cabeza.
-Ho...hola...
-¿Te encuentras bien?
Dijo acercándose cuidadosamente hacia mi. Ya había notado mi expresión asustada pero aún así lucia una hermosa sonrisa que no hacia más que sonrojar mi blanca piel.
-Percy, tenemos que hablar...
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MEDUSA
Historical FictionTodos piensan que es mala, que es solo una arpía que seduce a los Dioses y luego los petrifica para su colección personal. Que es un monstruo, un demonio que merecía el destierro y la muerte. Pero no siempre fue así. Esta es la historia de una bella...