C.17

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-Eres la persona más compasiva y maravillosa que he conocido.- me decía el chico mientras paseábamos por la playa.

El sol comenzaba a ponerse y sabía que era hora de volver a casa.

-Tengo que irme.- dije triste viendo al horizonte.

-¿Tienes que hacerlo?.- dijo Percy esperando que mi respuesta cambiara.

-Si.- le dije volviendo a mirarlo.

-Quisiera poder tener la certeza de que te vere todos los días.- dijo acercandose a mi.

-Yo... no se si...- dije pero el se acerco y posó una mano en mi mejilla.

-Se que encontraremos la manera de vernos.- me dijo casi en un susurro.

-¿Como haremos?.- dije casi sin aliento.

-Puedes encontrarme siemrpe....- comenzaba a decir.

-Frente al mar. Lo sé.- dije sonriendo y el respondió con una sonrisa de regreso.

-Te vere Medusa.- Me dijo caminando hacia atras alejandose de mi.

-Nos vemos Percy.- dije mientras imitaba su andar de reversa.

Llegue justo a tiempo a mi hogar, todo estaba en silencio, y parecía que nadie se encontraba en casa lo cual me pareció extraño pero agradecí profundamente.

Me cambié el atuendo y me dirigí a la cocina a preparar la cena, podía tomarme el tiempo ya que nadie etaría presionandome.

Justo al terminar de poner la mesa escuche a mi familia llegar a casa, entraron y podía escuchar que discutían sobre algo que no lograba entender.

-Hola, la cena está lista.- les dije saludando con alegría, pero sus rostros no mostraban emoción alguna.

-Bien.- dijo mi padre.- Siénante, debemos hablar.

-Papá, no.- Dijo Euríale

-Cierra la boca, sientense todas en la mesa, vamos a cenar.- dijo y comenzaron todas a tomar su lugar.

-Lo siento.- me susurro Esteno

-¿Como?.- le dije pero desvió la mirada.

-Parece ser que por fin servirás a la familia Medusa.- decía mi padre mientras le servia la cena.

No podía mentir, me comenzaba a hervir la sangre por el simple hecho de escucharlo hablar de esa manera, pero debía comportarme.

-¿Ah si?, y ¿como es eso padre?.- le dije mientras seguia a servirle la cena a mi madre quien me miró con lástima y entonces me preocupe un poco.

-Dejaras de servir de esclava de Atenea.- dijo Forcis.

-Papá.- dijo Esteno.

-¡CALLADA!.- Le gritó y la otra obedeció al instante.

-¿Que?.- dije paralizandome.

-Seras esclava pero de su hermano.- dijo riendo y tragando su comida como vil puerco.- La paga será mucho mejor, felicidades Medusa.- dijo carcajeandose.

MEDUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora