C.18

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Caí sobre mi asiento incrédula.

-¿Me vendiste?.- le pregunte con un hilo de voz.

-Lo hice.- dijo el muy canalla.

-¿Como pudiste?, yo hice votos, teníamos un pacto.- dije desbordándome en llanto.

-Soy tu padre y haces lo que te ordeno.- dijo firme.

Me ardía la sangre, me observaron Euríale y Ceto en súplica, casi podía escuchar sus pensamientos y sabía que pedían que no hablara si quiera. Pero no podía quedarme así.

-¡NO!.- Dije en un grito.

Todos posaron sus miradas asustadas sobre mi. Mi padre cambió de un rostro sereno a uno que en verdad me daba pavor. Sentí mi piel erizarse y casi me sentía temblar.

-¡¿COMO DIJISTE?!.- Dijo levantandose bruscamente de la mesa.

-No lo haré.- dije firme pero se escuchaba el miedo en mi voz.

Forcis se acercó con prisa y mis hermanas no dudaron en levantarse y posarse frente a mi.

-¡MUÉVANSE!.- Les gritó a ambas.

-¡Papá controlate, la mataras!.- gritba Esteno.

Mi padre me tomo del cuello con fuerza lastimandome. Apenas podía respirar. Me recargó contra el muro apretando con fuerza.

-Tu harás lo que te ordeno, no está a discusión.- me dijo apretando dientes y mandibula a la par en la que me asfixiaba.

-¡NO PUEDE RESPIRAR, SUÉLTALA!.- Gritaba mi madre Ceto.

Forcis solto su agarre haciendo que cayera al suelo y comenzaba a toser con fuerza. Dolía como el infierno y sentía que podía desmayarme en cualquier momento.

Mis hermanas se acercaban a mi para curarme con su sangre pero mi padre las detuvo.

-NO. Que sea un recordatorio de que no debe desafiar a su padre.- dijo burlandose.- Ahora recoge y limpia todo. Te quedas sin cenar toda la semana.

Ordenó para luego largase de la mesa.

Mis hermanas y mi madre se levantaron luego de que el saliera para irse tras él, no sin antes mirarme con lástima y una profunda tristeza en los ojos por no poder ayudarme.

MEDUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora